Diseño, arte y activismo en en los barbijos

Diseño, arte y activismo en en los barbijos

Los tapaboca se han transformado en un elemento de primera necesidad que pueden servir para dar mensajes, fijar posición o jugar con la imaginación y la creatividad.

Diseño, arte y activismo en en los barbijos LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA

Si hace unos años la moda los había convertido en acce- sorios de diseño en determinadas geografías (sobre todo para el mercado asiático), hoy son una necesidad en todo el mundo: los barbijos pasaron de ser un material sanitario a un objeto de uso protector y preventivo; pero además integra el outfit, incluso durante la cuarentena.

Propuestas de casas como Gucci o Fendi y las máscaras de Marine Serre fueron en febrero verdaderos hits en el evento París Fashion Week. Ninguno de los modelos de estas firmas de lujo cuesta menos de 150 euros y los que se comercializan en Buenos Aires en nombre de algunos emprendimientos, se cotizan a U$S 5. En Tucumán, los precios de los barbijos individualizados oscilan entre $ 300 y $ 400, y con gran presencia en Facebook se ofertan los personalizados y los institucionales.

Alejandra Mizrahi los tejió para sus amigos y familiares, y desde una cátedra de la Facultad de Arquitectura, realizó otros de uso hospitalario. “Más ‘poéticos’, con bordados y tejidos que utilizo en mi obra, son los que uso pero no los estoy vendiendo”, le cuenta a LA GACETA. “Desde el grupo Lola Mora estamos haciendo algunos intervenidos, con consignas políticas que no dejan de ser objetos artísticos o, al menos, los percibo así”, dice Cecilia Villafuerte. Desde la Escuela de Bellas Artes salió la invitación a su comunidad a sumarse a la convocatoria “Barbijo sí, bozal no” para intervenir los tapabocas.

En esta semana se pudieron observar en las redes sociales los pañuelos verdes feministas junto con barbijos de ese color y los del colectivo Lgtbi en una manifestación frente a la Casa de Gobierno. Tuly López explica que el aumento de feminicidios durante la pandemia generó la intervención con frases de pedido de ayuda y que visibilizan los hechos de violencia doméstica.

Enuncia y denuncia

“La consigna era convertir un objeto que se incorpora en este contexto, que tapa la boca, en un objeto que enuncia y denuncia la violencia de género. Mis diseños tienen que ver con apalabrar nuestras exigencias colectivas, las del movimiento feminista y disidente”, describe Guadalupe Rearte. “Ser parte de una consigna plural”, añade.

“No son para vender. Más bien los hice con un fin social y solidario, porque los regalé a familiares y amigos”, cuenta Rolo Juárez, quien elabora todo el producto con sus propias manos. “Sí, por supuesto que los tomé como un accesorio ‘de moda’. Y que además de formar parte de la indumentaria pudieran transmitir una sensación. Inspirado en las películas ninjas o el hombre invisible de los años 70, me gusta relacionarlo con mi serie de rostros recortados, que los oculta y modifica”, detalla.

Diseño, arte y activismo en en los barbijos

La gran mayoría de diseñadores incorporaron el barbijo a su producción. “Yo hice máscaras para Proyecto Corpiño en 2013 y 2014, pero eran máscaras de oxígeno para no respirar más patriarcado”, recuerda Jéssica Morillo.

Irene Villa es profesora de artes y comenzó a elaborar ropa para ella y luego mochilas. Fue aumentando la producción para vender de todo un poco. “Los barbijos surgieron porque una clienta es obstetra y me consultó si podía hacerle para ella y sus compañeras. Hasta ahora voy confeccionando 750. Sólo trabajo por pedido”, responde. Trabaja para adultos, adolescentes y niños pequeños, y usa solamente telas estampadas: hay floreados, camuflados, de colores y con motivos infantiles, como el sello de la línea Kikibag.

Diseño, arte y activismo en en los barbijos
CONSIGNAS. En la reciente marcha contra los femicidios, los tapabocas expresaron posiciones políticas. CONSIGNAS. En la reciente marcha contra los femicidios, los tapabocas expresaron posiciones políticas.

En Buenos Aires, Patricia Hakim le propuso a Analía Rodríguez, de la Asociación Qomlashepi Onataxanaxaipi (comunidad Qom, Chaco), hacer un tapaboca en cestería. “Ella hace todo el proceso de producción del material, que se inicia desde la recolección en el monte de la hoja de palma carandilla hasta el tejido. Hizo también, junto a su hermana, con este material y técnica el QR para mi proyecto ‘QR: entre lo ancestral y el futuro’”, dice la artista y curadora”.

Institucionales

Matías Herrera tiene su sitio @Barbijos dirigido a empresas o establecimientos: “nos pueden encargar desde 10 a 200. Por lo general hay que poner sus logos o nombres y se hacen descartables o reutilizables”. En la publicidad se puede leer: “Desarrollamos barbijos reutilizables con materiales de máxima calidad, mejorando el confort, la estética y evitando generar residuos continuos. Incluyen tres filtros intercambiables de SMS Medical para asegurar la máxima protección (cada filtro tiene una duración de 10 días)”. “Los tapabocas se han convertido en una operación de marketing”, reflexiona.

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