Tiempos de pandemia: los artistas visuales se organizan y reclaman derechos

Tiempos de pandemia: los artistas visuales se organizan y reclaman derechos

Se han creado nuevos grupos. El lunes se lanza una bolsa de trabajo. Debaten un tarifario.

COLECTIVO CROTAS. Lanzaron dos publicaciones para colorear.  COLECTIVO CROTAS. Lanzaron dos publicaciones para colorear.

Uno de los grupos no quiere que los chicos pasen la cuarentena trepándose en la pared. Otros, procuran organizarse en un sindicato y reclaman sus derechos, y no falta el colectivo internacional que ha establecido tarifas para el trabajo de los artistas.

Porque de ellos se trata. En las exposiciones no cobran para ingresar, y solo queda la remota esperanza que alguien se interese y adquiera una de sus obras.

La inmensa mayoría de los artistas visuales en esta provincia y en el país no reciben ingresos. La pandemia puso de manifiesto esta realidad y evidenció la precarización del trabajo.

Romina Rosciano Fantino le dice a LA GACETA que hay una necesidad y deseo de armar un sindicato. “Estamos en articulación a nivel nacional con Artistas Visuales Autoconvocados, donde hay gente de capital y de todas las provincias”, añade.

Alrededor de 80 personas integran Trabajadores de Artes Visuales de Tucumán (Tavit). La primera actividad que realizarán será el lunes, lanzando una bolsa de trabajo, en la que se anotaron numerosas ofertas. “Dada la carencia de normas que protejan y regulen nuestro trabajo como productores de artes visuales, proyectamos la creación de un organismo que nos convoque y nuclee, para afrontar, mediante acciones conjuntas, problemáticas comunes e históricas”, se puede leer en la declaración de fundación de Tavit. La Bolsa de Trabajo es una red de servicios para nuclear y difundir los trabajos y servicios que los trabajadores de las artes visuales ofrecen.

El Colectivo Crotas se lanzó en las redes este mes. “Pensamos la práctica artística como lugar de encuentro. Somos artivistas y desde esa militancia queremos hablar de las problemáticas que nos interpelan, racismo, gordo, odio, el patriarcado y el transodio”, responde Josefina Molina, quien junto a Florencia Camila Vallejos y Florencia Ruiz es parte de la iniciativa.

Esta semana publicaron en internet dos textos con decenas de dibujos de artistas de distintas ciudades. “Sepan que cada ilustración que van a encontrar aquí está hecha por una persona solidaria que quiso que los peques la pasen mejor y no se anden trepando por las paredes de la casa”, aclaran en la presentación. “Los objetivos serían generar vínculos con la comunidad a través de proyectos de intervención en el espacio publico. Y en este contexto de encierro el nuevo espacio público es el de internet”, señalan en un manifiesto.

Marisa Rossini participa del Acuerdo de Trabajadores del Arte Contemporáneo, creado en 2012. Hoy al mediodía deliberarán on line distintas organizaciones de América Latina para plantear las problemáticas laborales de los artistas. El acuerdo explicita las diferentes relaciones profesionales entre los agentes, organizaciones e instituciones dedicados a la producción, circulación, difusión y comercialización de arte.

Las tarifas son distintas según se trate de una muestra individual o colectiva, en un espacio de alto o bajo impacto. Y según sea un artista de gran trayectoria o emergente. Para Argentina, oscilan entre $90.000 y $60.000, 30% menos de un artista internacional. “El artista recibe un honorario por la presentación de un proyecto y por el tiempo de trabajo de una pieza o proyecto. Se realice o no la obra, debe ser remunerada”, se indica en la declaración del acuerdo. Y, tajante, define: “sin nosotros no existirían ni instituciones del arte, ni historiadores, ni críticos, ni curadores, ni museos”.

Además, está el colectivo Cama Redonda-Cama Grande que generó el proyecto #ContagiamosImágenes, con Mané Guantay en Tucumán. El jueves coparon parte de las redes para celebrar 15 años en las calles con imágenes que reivindican los derechos de las mujeres.

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