Pintores tucumanos: el mercado del arte sigue, cara a cara o por internet

Pintores tucumanos: el mercado del arte sigue, cara a cara o por internet

Segundo Ramos afirma que la venta creció más del 50%. La muestra pendiente de Lajos Szalay.

TIMOTEO NAVARRO. La demanda de obras del autor local es constante. TIMOTEO NAVARRO. La demanda de obras del autor local es constante.

Los últimos datos disponibles sobre el mercado de arte marcan una pequeña retracción dentro de la tendencia ascendente de un largo período. Son cifras del año pasado, es decir, cuando la pandemia todavía no se había expresado en su magnitud, pero publicados hace una semana. De las casas internacionales como The Art Basel y UBS Global Art Market Report se reportaron operaciones sumadas por U$S 64.100 millones. Los tres principales mercados siguen siendo Estados Unidos, Reino Unido y China, que continúan representando la mayoría del valor de las ventas globales con el 82%. Las distancias son incalculables, pero lo cierto es que en esta provincia tampoco ha dejado de venderse.

En una nota publicada en LA GACETA el 31 de marzo, se destacaba que Instagram se había convertido en la red favorita para el mercado de arte. El pintor Pablo Iván Ríos daba cuenta de esa realidad: “en la totalidad de las actividades comerciales de mis pinturas interviene Instagram. Es más inmediato, informal y tiene un swing que no lo tiene la clásica página web. Funciona las 24 horas y el coleccionista gusta de hablar con el artista y posteriormente visitar el taller”.

Pero las ventas directas, cara a cara, tampoco han decaído. El marchand Segundo Ramos cuenta que desde febrero y marzo se han incrementado las operaciones entre el 50 y el 60%.

“Con los cuidados de ley por la situación sanitaria, en esta etapa he vendido obras de Guillermo Rodríguez, Ríos, Tito Quiroga, Demetrio Iramain y Francisco Ramoneda, que es muy buscado por los coleccionistas, así como libros antiguos de textiles. La muestra de Lajos Szalay, que está casi armada, tenía solo cuatro obras a la venta y ya se vendieron todas”, reseña. Avisora que podría inaugurarse en el Centro Rougés cuando se normalice la actividad.

Sus mayores clientes son de Salta, Jujuy o esta provincia, y compran un 70% por gusto y un 30% por inversión. “Solo muy pocos admiten que podrían malgastar una plata y piden que se les aconseje qué obras adquirir”, afirma.

Ramos vende en pesos pero algunas obras tienen su precio en moneda extranjera. “El tema es que al tener tan poco valor la moneda, muchas transacciones se hicieron con la moneda extranjera porque el 50% de las obras ya venía con precio dólar. La brecha era tan grande entre el oficial y el de la calle que es el blue, que hice un promedio, llamalo dólar-arte si querés, que en cierta manera era una rebaja, porque un dólar de $ 100 o $ 120 era muy tentador, y lo sigue siendo”, describe.

Respecto a los pedidos, recuerda que hubo un momento en que te pedían autores clásicos como Lobo de la Vega, pero el mercado es como una calesita que da vueltas, se pierde en un momento pero vuelve a aparecer. Pasa con todos los artistas, menos con Timoteo Navarro, Osorio Luque y Aurelio Salas.

¿Y por qué crees que ahora hay tanto interés? “Esta efervescencia de la venta me llamó la atención. Es posible que se deba a que muchos se sienten encerrados y no pueden visitar muestras, me parece”, contesta.

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