Se debe combatir con firmeza el delito rural

Todos los años se realizan varias reuniones entre los sectores de la producción y las autoridades provinciales por un antiguo asunto, que no solo no cesa desde hace muchos años, sino que se incrementa cada vez con mayor enjundia y violencia. Los delitos rurales tienen a mal traer a agricultores y ganaderos. En enero pasado, las sociedades rurales de Tucumán (SRT) y de la Argentina (SRA) presentaron en la Legislatura un documento crítico sobre los hechos delictivos que afectan a los productores. Mencionaron los casos de homicidios, robos violentos, hurtos, violaciones de domicilios con la ocupación de predios rurales, robo de ganado, quema de viviendas, sustracción de automotores, tractores y maquinarias agrícolas, productos químicos y semillas.

Se hacía hincapié en que las comisarías no recibían las denuncias de muchas víctimas de los ataques producidos en las localidades de mayor producción. “Alegan falta de personal y les solicitan regresar otro día para poder hacer las denuncias”, señalaron. Las entidades solicitaron que el Ministerio Público Fiscal implementara una página web para realizar denuncias por delitos rurales; encarar trabajos de reparación y mantenimiento de la red caminera para facilitar la circulación de móviles, la incorporación de personal y vehículos en la Dirección de Investigaciones de Delitos Rurales. Finalmente pidieron que la Comisión de Seguridad gestionara reuniones en todos los poderes del Estado.

En la oportunidad, el presidente subrogante de la Legislatura dijo que la Cámara iba a gestionar, peticionar y controlar el cumplimiento de las demandas. El secretario de Seguridad había informado días anteriores que se había previsto destinar móviles recuperados del delito, a través de la gestión del Ministerio Público Fiscal para fortalecer las patrullas rurales.

En la última edición de nuestro Suplemento Rural, se denunció que productores y empleados son víctimas frecuentes de los delincuentes en establecimientos, domicilios y depósitos de maquinarias, de herramientas, de plaguicidas, de semillas. También se registran robos de plantas, de agroquímicos, de insumos varios y hasta de maquinarias. Entre octubre de 2019 y enero pasado se registraron cuatro asesinatos en situación de robo a productores o empleados en Río Colorado, Los Nogales, en un campo de La Marta, a 15 km de El Chañar, y en Tala Pozo.

Una productora citrícola denunció recientemente que su sector era blanco frecuente de la delincuencia, que no solo les sustraían limones, sino también herramientas, postes, alambrados y plantines. Denunció que los limones que se vendían a la par del Mercofrut y sobre la autopista, eran robados, al igual que la fruta que se expendía en los semáforos. Aseveró que había falta voluntad política del Gobierno para combatir con eficacia esta cuestión.

En otras provincias, se logró reducir el delito apelando a un sistema de patrullas rurales, a la capacitación de la Policía o recurriendo a la tecnología, como el empleo de drones para monitorear grandes superficies.

El gobierno provincial debería diseñar una política específica para abordar con éxito este problema de vieja data. Las estrategias deben apuntar también a la prevención para no actuar sobre el hecho consumado. Evidentemente, con expresiones de deseo ni acciones aisladas no se puede combatir el delito como lo viene reflejando desde hace años la realidad.