Protocolo UAR: Los cómos y los por qué

Protocolo UAR: Los cómos y los por qué

La entidad estableció normas generales para el regreso de la actividad, dejando margen a las Uniones provinciales para ajustar detalles de acuerdo con sus posibilidades y a la situación con respecto a la covid-19.

 ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI

Una luz al final del túnel. Lejana, pero luz al fin. En esa imagen se resume lo que ha ocurrido principalmente esta semana: uniones, asociaciones y federaciones de diferentes disciplinas deportivas han venido desarrollando y presentando los respectivos protocolos de seguridad sanitaria bajo los cuales pretenden volver progresivamente a la actividad una vez que se levante la cuarentena, o cuando al menos reciban luz verde por parte de las autoridades gubernamentales.

Entre los organismos que ya revelaron oficialmente su protocolo está la Unión Argentina de Rugby, que tomó en cuenta los lineamientos provistos recientemente por World Rugby y varias recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación para elaborar lo que definió como “una guía para que los clubes puedan desarrollar un plan de acción acorde a su estado actual y la normativa vigente para su comunidad”. No obstante, ya hubo Uniones provinciales que se adelantaron a la entidad madre en la tarea de desarrollar sus propios protocolos, avaladas por el bajo índice de casos confirmados de covid-19. Por caso Tucumán, que no ha registrado nuevos casos de contagio en la última semana, y hasta el miércoles totalizaba 42.

Diferentes realidades

La UAR tuvo en cuenta esa pluralidad de realidades en la elaboración del protocolo, por lo que se limitó a establecer normas y sugerencias de carácter general, dejando margen a las Uniones para ajustar los detalles de acuerdo con sus posibilidades, a la evolución de la pandemia en su territorio, a la situación de los clubes y a lo que dispongan los respectivos Gobiernos provinciales. Por ese motivo es que evitó dar precisiones o plazos sobre una posible vuelta de la actividad.

 INSTALACIONES. Los clubes deberán poner especial énfasis en la limpieza de las áreas comunes y elementos de trabajo. INSTALACIONES. Los clubes deberán poner especial énfasis en la limpieza de las áreas comunes y elementos de trabajo. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ

Hay que tener en claro: hay luz al final del túnel, pero el túnel es largo. Por ahora, es imposible saber cuándo volverá a jugarse rugby en Tucumán o en el resto del país. Si bien el NOA es la región “fuerte” -en términos rugbísticos- que menos casos tiene (a los de Tucumán se suman los 22 de Santiago, los cinco de Salta y los cinco de Jujuy), cabe recordar que el alto nivel de contacto propio de la disciplina dificulta su regreso “pleno” en el corto plazo. Por lo pronto, la URT y los clubes apuntan primero a lograr la reapertura de las instalaciones a fin de reactivar la economía de los clubes, y luego a obtener la autorización para que los jugadores y cuerpos técnicos retomen los entrenamientos bajo debidas reglas de distancia y seguridad.

Medidas

Al igual que en los protocolos de otras disciplinas colectivas, en el de UAR se establece como primera medida de carácter obligatorio que cada Unión designe un “Jefe Operativo covid-19” (o más, si fuera necesario), responsable de instrumentar los lineamientos que recibe de la autoridad sanitaria, y hacerlos implementar en los clubes.

A su vez, cada entidad deberá designar un “Responsable covid-19” (o más, dependiendo del tamaño del club y la extensión horaria de apertura), que tendrá como principales funciones hacer cumplir las medidas dispuestas en los protocolos, elaborar una estrategia de regreso al entrenamiento y a la competencia en base a la flexibilización del distanciamiento, y asegurarse de que jugadores, entrenadores y personal de apoyo haya recibido capacitación adecuada en medidas de seguridad personal y de mitigación de emergencias. Por último, deberá cerciorarse de que haya una efectiva comunicación de informaciones vinculadas con la salud pública en las plataformas del club.

Por otro lado, se estableció una serie de recomendaciones acerca de cómo mantener la limpieza en las instalaciones y evitar aglomeraciones dentro de los clubes, así como reglas que deberán observar quienes circulen dentro de esos espacios comunes (ver apartado).

El siguiente paso es que la URT obtenga la autorización por parte del Comité Operativo de Emergencia (COE) para volver a los entrenamientos, como ya ha sucedido en Jujuy, provincia que de todos modos está muy lejos de Tucumán en número de jugadores y de equipos. Por lo pronto, conviene tenerlo en claro: de momento, la única esperanza de ver rugby en vivo es esperar al 13 de junio y sintonizar el Súper Rugby neozelandés, el primer torneo en volver tras la pandemia.

Recomendaciones

Instalaciones

• Señalizar las instalaciones que están habilitadas para ser utilizadas y las que no.
• Las instalaciones deben limpiarse “a fondo” y diariamente después de su uso, según recomienda la OMS.

• Delimitar zonas de entrada y salida para garantizar un tránsito de personas fluido y poder así mantener el distanciamiento mínimo sugerido.

• Zonas de higiene de manos estratégicamente ubicadas y señalizadas en el ingreso y egreso de cada instalación.

• Luego de su empleo, es obligatorio que el equipamiento utilizado sea aseado correctamente para garantizar nuevamente su utilización.  

• Suspender el uso de vestuarios y duchas del club hasta nuevo aviso.

• Las puertas deben estar abiertas y trabadas para que no sea necesario usar las manijas, asegurando la correcta ventilación de los ambientes.

• En los espacios a utilizar, delimitar claramente andariveles y sectores para que se desplace una persona minimizando el riesgo de contactos accidentales con otras, permitiendo mantener el distanciamiento entre ellas.  

• Planillas de control en el ingreso a los clubes, para supervisar que sólo permanezcan en las instalaciones quienes están habilitados para hacerlo y en el horario que corresponda.


Personas

• Señalizar las instalaciones que están habilitadas para ser utilizadas y las que no.
• Las instalaciones deben limpiarse “a fondo” y diariamente después de su uso, según recomienda la OMS.

• Delimitar zonas de entrada y salida para garantizar un tránsito de personas fluido y poder así mantener el distanciamiento mínimo sugerido.

• Zonas de higiene de manos estratégicamente ubicadas y señalizadas en el ingreso y egreso de cada instalación.

• Luego de su empleo, es obligatorio que el equipamiento utilizado sea aseado correctamente para garantizar nuevamente su utilización.  

• Suspender el uso de vestuarios y duchas del club hasta nuevo aviso.

• Las puertas deben estar abiertas y trabadas para que no sea necesario usar las manijas, asegurando la correcta ventilación de los ambientes.

• En los espacios a utilizar, delimitar claramente andariveles y sectores para que se desplace una persona minimizando el riesgo de contactos accidentales con otras, permitiendo mantener el distanciamiento entre ellas.  

• Planillas de control en el ingreso a los clubes, para supervisar que sólo permanezcan en las instalaciones quienes están habilitados para hacerlo y en el horario que corresponda.

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