Un intento de robo que generó un proyecto turístico

Un intento de robo que generó un proyecto turístico

03 Mayo 2020

“En la provincia hubo muchísimos casos que conmocionaron a todos los tucumanos. Pero el hecho ideado por Ágata Galiffi y los miembros de su banda, si de robos se trata, fue el más importante que se haya registrado hasta finales de la década del 40”, sostuvo el historiador Agustín Haro.

El legislador Ricardo Ascárate, que es un apasionado de la investigación de la llegada de inmigrantes a nuestras tierras entre 1920 y 1930, agregó: “este fue un hecho inédito en nuestra provincia, pero a nivel nacional, ya se habían cometidos robos de estas características. Pero sin lugar a dudas lo que la hizo más interesante fue la participación de Galiffi, que ya era conocida como ‘La Flor de la Mafia’ y que tenía una amplia repercusión en los medios de la época”.

El invierno se estaba instalando en Tucumán. Y el intento de robo al banco Provincia había “recalentado” a la provincia. Quedó demostrado con la llegada de los acusados de liderar la banda y con la invasión de periodistas -especialmente de medios gráficos rosarinos y bonaerenses- que no quisieron perderse detalles del caso.

Proyecto

El hecho causó tal conmoción, que no faltaron los funcionarios que idearon un proyecto para utilizar el caso como un atractivo turístico en la ciudad, al mejor estilo cordobés que siempre encuentran algo para destacar y, por supuesto, cobrar entrada.

Una de las propuestas más curiosas y risueñas que se proyectó en esa época fue la de realizar un “subterráneo turístico”. La idea era utilizar el túnel de más de 100 metros que había construido la banda y extenderlo por varias cuadras más en la incipiente city tucumana.

Según el proyecto, era extenderlo hacia el oeste por calle San Martín (en ese tiempo se llamaba Las Heras) para que tocara la sede de la Caja Popular de Ahorros, la Casa de Gobierno, la Intendencia (que estaba emplazada donde hoy se encuentra el Banco Nación) y al menos otras dos entidades crediticias que se encontraban en la zona.

Sirgo, el caricaturista y humorista que durante años dibujó sonrisas a los tucumanos a través de sus publicaciones en LA GACETA, también habló del tema con una viñeta que generó bromas y chistes que terminaron sepultando al proyecto.

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