“Fake news” y verdades legislativas

“Fake news” y verdades legislativas

Lo extraño, lo irreal, lo extraordinario se cuelan con aparente naturalidad en el transcurrir de lo cotidiano. Lo fantástico se amalgama con lo común; lo sorprendente, con lo habitual. Entonces, los límites entre lo cierto, lo falaz y lo exagerado se tornan difusos. Dicen que es la Legislatura más cara del país... Dicen que cada legislador cobra $85 millones al año... Dicen que algunos tienen más de 100 asesores...

En el anecdotario reciente del más político de los poderes figuran sucesos que quizás expliquen las distorsiones en ciertos relatos. También colabora la falta de información oficial sobre asuntos de interés público. A la vez, en tiempos de fake news y de mensajes reenviados “por las dudas”, la bola de nieve se agiganta. Todo esto alimenta el interrogante: ¿qué es “mito” y qué es verdad en ese edificio de vidrios espejados?

• Es la más cara del país: impreciso

Si bien el presupuesto del Poder Legislativo provincial sólo se conoce por dichos oficiales -el constitucionalista Luis Iriarte sigue golpeando puertas de despachos en busca de una copia-, se supone que la previsión de gastos de la Cámara para 2020 ronda los $6.300 millones. Así, el cuerpo tucumano continúa en el segundo puesto nacional, detrás de Provincia de Buenos Aires, que es bicameral. El gobernador kirchnerista Axel Kicillof todavía está esbozando su presupuesto 2020, pero los diputados y los senadores bonaerenses habían previsto erogaciones por $8.300 millones en el ejercicio 2019. La Legislatura porteña, con recursos estimados en $6.069 millones para este año, está tercera, detrás de la tucumana. Así, en cifras brutas, el título de que es la Cámara local es “la más cara del país” resulta impreciso. Sí es el cuerpo con mayor incidencia en el Presupuesto de su distrito, con el 4,1% del total de los fondos de la Provincia.

• Un legislador cobra $85 millones al año: “mito”

La Constitución indica que los legisladores, por su función, deben ser remunerados “con una suma de dinero que se denominará dieta”. En la sesión de hoy, por primera vez en la historia reciente, el monto será fijado por los propios representantes del pueblo. Hasta ahora, este trámite era resuelto por la Presidencia, vía decreto interno. Los legisladores iban a “congelar” sus haberes en $131.515 durante seis meses, pero a eso le añadirán una reducción del 10%. Así, hasta agosto, percibirán $118.364. Pasando en limpio: sin incrementos proyectados para este año, y previendo el “descongelamiento” de la dieta en el segundo semestre, el ingreso anual de un legislador rondaría $1,49 millón (sin aguinaldo ni otros adicionales). Cualquier otro pago estaría fuera de lo permitido por la Constitución provincial. ¿Por qué se habla entonces de $85 millones por legislador? La cifra comenzó a circular en 2019, y es producto de la mera división del presupuesto legislativo de ese ejercicio (rondaba los $4.100 millones) en 49 bancas.

• Algunos tienen 100 asesores: incomprobable

Cada legislador contaría con un equipo de 15 asesores (el número puede variar, pero la sumatoria de los contratos políticos no debería superar los $750.000). Pero las nóminas se mantienen en estricta reserva. La relación laboral de estos empleados es idéntica a la del personal “de bloque”, que también es designado por Presidencia y finaliza su vínculo junto con el mandato de la Cámara. Los agentes “de bloque” serían “gestionados” o “pedidos” por legisladores -a veces por escrito, otras de manera verbal-, pero no formarían parte de su staff ni marcarían su asistencia al lugar de trabajo en los relojes biométricos instalados en el edificio.

• Hay funcionarios de la Legislatura que cobran más que un legislador: verdadero

Es un tema que genera malestar entre los representantes del pueblo, pero que tiene directa relación con cuestiones administrativas (antigüedad, adicionales por extensión horaria). “Yo llegué acá por los votos de la gente, ¿vos?”, desafió recientemente un legislador -según su versión- a un funcionario de carrera, al tiempo que le reprochaba porque el monto de la dieta estaba varios miles por debajo de su boleta de sueldo.

• Todavía se reparten subsidios: verdadero

En el 2015 electoral, el acarreo de más de $600 millones en valijas para subsidios -cuyos beneficiarios son mantenidos en estricta reserva- llevó al fin de los “gastos sociales”, en 2016. Pero en la Legislatura aún se otorgan ayudas económicas. Existen al menos dos vías por las cuales la Cámara provincial efectúa transferencias: el boleto estudiantil gratuito para el interior, que este año significará un desembolso de $400 millones; y los aportes a clubes, fundaciones y entidades de bien público, cuyos montos y destinatarios no se dan a conocer. Ambas modalidades de subsidios deben superar los controles del personal del Tribunal de Cuentas afectado a la Legislatura, algo que también sucedía en la época de los “gastos sociales”.

Exageraciones, “mitos”, verdades, relatos incomprobables. Cuando lo fantástico se amalgama con lo común -como en el realismo mágico, como en la Cámara-, cualquier cosa parece posible, aunque no lo sea.

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