Cuando la tormenta es buena noticia

Cuando la tormenta es buena noticia

Reunión de editores. Algunos llegaron tranquilos. Otros sorprendidos. Los primeros se sentaron al debate con la sensación de que a las 11 ya estaba todo resuelto. La lluvia daría todo. Sumaría visitas en el digital, le daría trabajo a los fotógrafos para exponer sus capacidades en impactantes fotos y la tapa del diario papel iba a estar resuelta con imágenes de inundados y personas afectadas por el agua. Los segundos los llamaron al silencio a los demás. Nada de eso pasó. “La tormenta no ocasionó nada”. El jefe se rió y los interpeló como si estuvieran mintiendo. “La noticia es que no fue nada grave”. El editor responsable no quiso perder la pulseada y dijo pongamos eso como buena noticia de hoy. Por la tarde, las novedades del caso Alperovich así como las preocupaciones por los estragos del alcohol con los jóvenes marcaron el ritmo de la redacción

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