El robo de cobre afectó a 1.600 usuarios

El robo de cobre afectó a 1.600 usuarios

11 Enero 2020

La destrucción de 16 transformadores para robar las bobinas con cobre dejó sin servicio de luz a 1.600 usuarios, la mayoría de zonas rurales, según estimaron en EDET. La empresa de distribución eléctrica solicitó a los consumidores que alerten si se producen ataques a los equipos de la red de energía de la provincia. “Pedimos la colaboración de los tucumanos para que no se vean perjudicados por la falta de electricidad que ocasionan estos daños”, expresó Carlos Roldán, gerente de Relaciones Institucionales de la compañía.

“Estos hechos se vienen produciendo desde hace un tiempo de manera consecutiva. Hasta el momento, tenemos 16 transformadores arruinados por el robo del cobre. Los autores derribaban los equipos de las columnas y los tiraban al suelo para abrirlos y sacar el metal”, comentó el vocero de la empresa.

“Cuando llegábamos al lugar -agregó- para ver cuál era el motivo de la falla en el servicio, nos encontrábamos con los transformadores tirados en el suelo y deteriorados; por este motivo se generaba la interrupción del servicio en toda el área”, explicó Roldán.

El directivo informó que los daños se habían localizado en Los Nogales, en zonas cercanas a la ciudad de Tafí Viejo y en El Colmenar. “La empresa tuvo que realizar la denuncia policial para frenar estos robos, no sólo por las graves consecuencias económicas que ocasionaban -el valor de los equipos va desde los $ 200.000 hasta los $ 700.000-, sino también porque dejaban sin servicio eléctrico a los clientes”, insistió el ejecutivo.

Policías de la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos de la Policía iniciaron una investigación tras la advertencia de EDET. Las averiguaciones derivaron en 11 allanamientos ordenados por la Justicia y en el secuestro de más de 700 kilos de cobre. Los operativos se realizaron el jueves en corralones de la capital y en viviendas de la ciudad, de Tafí Viejo y de Los Pocitos.

Según datos del caso, tres hombres, que ya han sido identificados, transportaban los transformadores sustraídos en dos camionetas para después desarmarlos y comercializar el metal en comercios o vendérselo a chatarreros de la capital y de otras localidades del interior tucumano.

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