Palacios y Pereyra vivieron un sábado bien diferente

Palacios y Pereyra vivieron un sábado bien diferente

Uno fue héroe, el otro terminó como villano

DE NO CREER. Pereyra había marcado el 3-0 transitorio; con el empate consumado pegó una patada y se fue expulsado. fotos tomadas de olé.com.ar DE NO CREER. Pereyra había marcado el 3-0 transitorio; con el empate consumado pegó una patada y se fue expulsado. fotos tomadas de olé.com.ar
05 Enero 2020

El fútbol es sinónimo de presente. En un mundo tan exitista, se puede pasar de héroe a villano en cuestión de minutos, incluso de segundos. Sólo basta con tomar una mala decisión en el momento equivocado.

Quedó demostrado durante la jornada de sábado, ya que dos tucumanos tuvieron un rol protagónico en sus equipos del viejo continente. Exequiel Palacios fue recibido como una figura de rock en Leverkusen, su nueva casa en la que Bayer lo cobijó desde que puso un pie en la ciudad. En tanto, en Inglaterra, Roberto Pereyra pasó del éxtasis a la frustración; al igual que su equipo, Watford, que no pudo sacarse de encima al humilde Tranmere Rovers de Tercera División y deberá seguir remándola en la FA Cup.

“Nuestro recién llegado de Argentina”. Así recibieron en las redes sociales de Bayer Leverkusen a Palacios. El mensaje iba acompañado de una foto del ex River sonriente, con ropa de su nuevo club y el número 25 (lo lucirá de ahora en más durante lo que queda de la temporada) estampado en el pecho. Además, en las redes del equipo alemán hasta mostraron un video protagonizado por la nueva camiseta del volante, que hoy practicará por primera vez junto a sus compañeros.

TODO OK. Palacios posó sonriente con la ropa de Bayer Leverkusen.  TODO OK. Palacios posó sonriente con la ropa de Bayer Leverkusen.

Pero a Pereyra no le fue tan bien. Y eso que antes de los 35 minutos su equipo ganaba cómodo, 3-0 de local, y aseguraba el pasaje a la siguiente ronda del torneo. Pereyra había marcado un golazo, de esos que se repiten en los resúmenes a fin de año.

Pero Tranmere Rovers tuvo 22’ de fuego, logró el empate sobre la hora y forzó el “replay” (partido revancha). Y por si eso no bastaba, en un claro signo de impotencia y nerviosismo, el tucumano vio la roja por un patadón. Sus hinchas no se lo perdonaron.

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