Por Karen Fernández
31 Diciembre 2019
Año nuevo, vida nueva. A veces el dicho parece no ser suficiente para creer que el año entrante va a ser mejor que el anterior. Entonces aparecen los ritos o costumbres que muchas familias tucumanas ponen en práctica para despedir el año y recibir el que comienza. Algunos quieren encontrar pareja, gozar de buena salud, de buena suerte y, por qué no, de la abundancia.
Muchas de estas costumbres se han mantenido firmes a lo largo de los años y son transmitidas de generación en generación. “Con mi familia siempre nos subimos a una silla 10 segundos antes de que termine el año. Es una forma simbólica de dejar atrás las cosas malas. Pasados esos segundos nos bajamos con el pie derecho; pensamos que así empezamos el año de la mejor manera y todo lo malo queda atrás a partir del momento en que tocás el piso. Heredamos esta costumbre de mi mamá, y lo hacemos desde que tengo memoria”, comentó Tiziana Zampollo (19 años).
Uno de los ritos más comunes entre las familias tucumanas proviene de España y consiste en comer 12 uvas exactamente a la medianoche, mientras se pide el cumplimiento de algún deseo, generalmente asociado con la prosperidad.
Augusto Arnone (21) comenzó a practicar esta tradición hace 10 años cuando se mudó a su actual casa: “mi mamá leyó que se utilizaba en España y nos gustó la idea. A las 12 de la noche comemos las uvas pidiendo un deseo con cada una”.
“De esa manera mantenemos la ilusión y la esperanza de que todo siempre puede ir mejor. Hacerlo rodeado de tus seres queridos es muy significativo, porque sabés que no estás solo para cumplir esos objetivos”, reflexionó.
Las tradiciones pueden ser similares en algunas partes del mundo. “A la medianoche comemos 12 pasas de uva pidiendo deseos. Heredamos la tradición de mi bisabuelo que vino de Croacia y la practicaba hace muchos años”, contó Lourdes Anabia (20).
Ariana Álvarez (18) sumó un ingrediente a la costumbre. “Antes del almuerzo preparamos un platito con 12 uvas verdes y 12 lentejas cocidas. Cuando son las 12 de la noche y saludamos a la familia, vamos comiendo una uva y una lenteja por cada persona; luego pedimos deseos”, describió. Las lentejas forman parte de una costumbre italiana que busca la abundancia económica.
“También doblamos un billete hasta formar un triángulo y lo pegamos en la planta del zapato o sandalia. La intención es guardar todo el año ese billete y gastarlo antes de las fiestas del año siguiente. Eso es para que no falte el dinero durante el año”, agregó.
Encontrar el amor
Aunque suene un poco loco, hay un rito dedicado a los solteros en la familia. “Un primo leyó en redes sociales que los solteros tenían que esconderse debajo de la mesa antes de la medianoche para encontrar el amor, él había tenido una mala experiencia antes y lo acompañé debajo de la mesa al iniciarse 2019. Fue muy gracioso, pero ahora nadie se ríe de mí porque me puse de novia este año”, bromeó Paula Leiva (19), y adelantó que los solteros de la familia ya esperan para esconderse debajo de la mesa esta noche.
Otra costumbre de la familia data de 2016. “Tuvimos un año muy malo, y queríamos que eso no se vuelva a repetir, prometimos brindar siempre con un buen champagne por más de que no nos sobre la plata. También nos vestimos con algo blanco o plateado, porque consideramos que ese color representa la paz, tranquilidad y pureza, ya que se trata de algo sencillo, intentamos vivir el año de esa manera siempre”, añadió Paula.
Blanco, rosa y rojo
“Con mi familia hace tres años, de casualidad, nos vestimos todos de blanco. Desde entonces se volvió una tradición para nosotros,; nos organizamos de una forma que para Navidad nos vestimos de rojo y nos regalamos una prenda blanca para estrenar en año nuevo”, detalló Lisandro Carrer (21).
La familia de Mauro Pereyra (20) sí o sí festeja las fiestas en casa de su abuela materna. “Hace seis años ella tuvo muchas complicaciones de salud y decidimos acompañarla. También prendemos una vela blanca en medio de la mesa porque queremos empezar el año con esa luz de alegría. Además de la vela, algo infaltable en la mesa es el vitel toné”, destacó.
Sol Yance (20) tiene la costumbre de recibir en Navidad una bombacha rosa que estrenará en año nuevo. “Cuando estás cambiándote para la cena del 31 hay que ponerse la bombacha al revés y cuando ya es 1 de enero hay que ponérsela bien. Esta costumbre la heredé de mis abuelos”, explicó. La tradición suele aplicarse también con los varones que reciben un calzoncillo rojo.
Platos infaltables
Valentina Puntano (17) siempre cocina comida árabe en las fiestas. “Los padres de mi bisabuelo migraron desde Siria y trajeron con ellos las comidas típicas que todos en la familia aprendimos a preparar. No queremos perder la esencia de ellos y así volvemos a nuestros orígenes”, explicó.
Puntano también tiene otra costumbre si es que festeja Año Nuevo en la casa de su papá. “A las 12 de la noche tiramos espuma y serpentina, como si fuera carnaval. Festejamos de esa forma y no tiramos pirotecnia; esta costumbre la tenemos desde que era chica, porque el perrito de mi abuela sufría problemas cardíacos, siempre hay una forma de festejar sin perjudicar a nadie”, puntualizó.
En las fiestas hay platos típicos que no pueden faltar, además hay algunas comidas que parece que sólo están permitidas en diciembre, ya que no se consumen en otra época. “Siempre comemos pollo relleno, es algo que nos gusta a todos. El relleno debe reunir los ingredientes que más le gusta a mi familia”, comentó Denise Coletti (20). Además en su casa acostumbran vestirse con colores claros en la noche de Año Nuevo, porque, según ellos, atraen la buena energía.
Héctor Fernández (52) heredó de su papá la costumbre de comer arroz el 1 de enero. “En mi familia no recordamos la razón de la tradición, pero sigue presente con el paso de los años. Es una forma de tener presente a mi papá que falleció cuando era joven. Lo importante de las costumbres es tener presentes a las personas por más que ya no estén”, afirmó.
Tradiciones en el mundo
Así como los tucumanos heredaron sus costumbres, en otros países tienen una forma particular de festejar. Por ejemplo en Estados Unidos se dice que si el 31 a las 12 de la noche no besás a una persona, te esperan 365 días de soledad. En Japón se tocan más de 100 campanas a la medianoche y en Dinamarca una costumbre para demostrar afecto es, después de cenar, arrojar platos de vidrio contra la puerta de los vecinos.
En Chile, limpian a fondo la casa paseándose con una valija vacía y en Uruguay arrojan baldes de agua por la ventana. En Venezuela tienen como costumbre romper las copas con las que brindan para dejar el pasado atrás y salir a saludar a los vecinos con una valija para viajar mucho durante el año.
Con rituales o sin ellos, las expectativas de año nuevo están siempre presentes. Es hora de dejar lo malo atrás y tratar de disfrutar el 2020 de la mejor manera posible ¡feliz año nuevo!
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