Las economías regionales despiden un duro año

Las economías regionales despiden un duro año

Resulta habitual que, cuando se acerca el fin de año, en las personas se generen esperanzas. En especial, se espera que el año que se acerca sea mejor que el se va; y sobre este anhelo se ponen todas las energías. Para que se haga realidad aquello que no pudimos alcanzar durante el año que se despide.

Para el caso del campo, durante 2019 se presentó un sinnúmero de problemas que agobió a los productores de diversa manera. En diferentes ediciones de este suplemento Rural tratamos de mostrar a los lectores que el campo tucumano, en sus diferentes producciones, debió afrontar situaciones muy difíciles y que, en general, cerró su años con serios inconvenientes, para los cuales se tratará de hallar una solución durante año que viene.

Debido a ello, 2020 plantea muchos desafíos para el agro de nuestra provincia, que deberá trabajar denodadamente en encontrar las soluciones que le permitan seguir produciendo.

Todas las actividades resultaron afectadas por la inflación, por la suba de los costos de producción y por las retenciones a la exportación de productos agroindustriales, a las que se suman la presión impositiva a la cual están sometidas todas las actividades.

Desde inicios de año, la industria azucarera padeció graves inconvenientes. Sólo pudieron arrancar 13 de los 15 ingenios que generalmente trabajan para moler las 16 millones de toneladas de caña de azúcar producidas en unas 270.000 hectáreas de la provincia.

Este año muchos factores influyeron en esta zafra, que impidieron que la Industria Madre tucumana no pudiera salir a flote. El precio bajo del azúcar y del bioetanol, los altos costos productivos, la inflación y la falta total de financiación al sector fueron algunos aspectos que perjudicaron a la actividad.

Agroindustria modelo

En lo que respecta a nuestra agroindustria modelo -el clúster citrícola, que todos los años busca la forma de producir más y mejor-, algunas cuestiones de stocks de productos industrializados, la falta de demanda de fruta fresca por parte de los principales mercados europeos y, por supuesto, la inflación y los altos costos de producción, no permitieron que el año se desarrolle como la actividad lo merece. Y el año terminó resultando muy difícil, a pesar de todo el esfuerzo realizado en abrir nuevos mercados para la fruta y en trabajar profundamente para evitar que el HLB desembarque en la región -además del hecho de que se continuó apostando en producir calidad y sanidad-. Seguramente que todo estos esfuerzos no fueron en vano, y podrán dar nuevamente buenos resultados si durante los años venideros el país lograr mejorar sus cuestiones macroeconómicas y políticas.

La realidad del sector vinculado a los granos, pese a que durante los últimos años se dio un leve mejoría en las producciones, muchos productores se encuentran en una situación muy difícil, debido a los problemas de rentabilidad que tienen a raíz de la presión impositiva y de las retenciones, que se suman a la inflación y a la suba de los costos de producción.

Lo cierto es que, para todos los sectores que se dedican a la producción agropecuaria -destinada en todo o en parte a la exportación-, este año finaliza con una gran presión, debido a la nueva implementación de un sistema de retenciones. Esto motivó que diferentes agremiaciones e instituciones representativas del sector agrícola ganadero nacional y regional se movilicen para hacer conocer su posición al respecto.

Esta semana se formó la Mesa Regional NOA-NEA, con el objetivo de discutir, de analizar y de posicionarse como la referente ante el Gobierno nacional de una gran parte del sector productivo del Norte Argentino.

En la edición de hoy se informa de la reunión sostenida por esta mesa regional con el Ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, en la cual analizaron la real situación del sector y expusieron la necesidad de que se actúe en consecuencia.

Los dirigentes rurales le plantearon al Gobierno que las retenciones son un impuesto distorsivo, que puede complicar muchas economías regionales que, debido a su situación económica financiera y a la importancia social que tienen en una determinada región del país, en la cual se produce bajo condiciones diferentes y más difíciles que otras zonas productivas.

Le manifestaron sobre el real escenario de las economías regionales y sobre la importancia socioeconómica que tienen para vastísimas áreas productivas del país, que están fuera de la zona núcleo.

Las economías regionales son fundamentales para el crecimiento del país y para los habitantes de muchas áreas muy importantes, ya que manejan la macroeconomía regional y, por ende, la forma de vida de una inmensa cantidad de personas.

Actualmente, los pedidos de las diferentes organizaciones productivas pasan por que se implementen políticas que incentiven la producción. Entre otros, el financiamiento a productores, una baja profunda en la presión tributaria, el reintegro de las exportaciones y la disminución o eliminación de las retenciones, con la idea de que se procure mejorar la competitividad de las producciones regionales.

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