Un fallo dice que Barenbreuker incurrió en culpa grave y debe finalizar un edificio

Un fallo dice que Barenbreuker incurrió en culpa grave y debe finalizar un edificio

El juez Zamorano consideró probados los incumplimientos del fideicomiso inmobiliario de la calle Las Heras 252.

DESARROLLADOR INMOBILIARIO IMPUTADO. Barenbreuker este año a la salida de una audiencia en la Cámara Penal. la gaceta / foto de Analía Jaramillo (archivo) DESARROLLADOR INMOBILIARIO IMPUTADO. Barenbreuker este año a la salida de una audiencia en la Cámara Penal. la gaceta / foto de Analía Jaramillo (archivo)

El desarrollador inmobiliario Otto Fernando Barenbreuker (h) fue condenado a terminar el edificio de la calle Las Heras 252 de esta ciudad que debía ser concluido hace una década, según los términos del contrato de fideicomiso que firmaron los cónyuges adquirentes de un dúplex en ese proyecto y demandantes, Mario Wajnerman y Milagro Lastra Lobo. El juez en lo Civil y Comercial N°1, Álvaro Zamorano, dispuso, además, que el empresario -imputado en la Justicia penal- finalice la unidad del matrimonio; modifique los planos originales; obtenga el certificado municipal de final de obra y escriture la propiedad. Como guinda de la sentencia, el magistrado reconoció $ 80.000 más intereses a cada esposo en concepto de daño moral y con la idea de que con este dinero puedan “costearse unas vacaciones familiares” (se informa por separado). Barenbreuker ha de afrontar todos estos gastos con los bienes del fideicomiso y con su patrimonio personal en el plazo de 30 días desde la notificación de la decisión emitida el 9 de diciembre, que aún no está firme.

El juez consideró que el demandado y socio gerente de Barenbreuker & Asociados SRL había incurrido en culpa grave, y que debía asumir las consecuencias de los incumplimientos constatados en este reclamo de daños y perjuicios iniciado en 2014. “No ejerció debidamente sus atribuciones y deberes respecto de la entrega de los departamentos en las condiciones y plazos previstos. Y desplegó un control negligente de la calidad de los trabajos y tareas necesarios para la adecuada puesta en funcionamiento del edificio y del departamento adquirido”, expresó el magistrado. En ese sentido precisó que eran diversas y significativas las falencias advertidas en las obras: “(Barenbreuker) no acreditó la realización de acciones o medidas tendientes a solucionar los problemas y vicios de la construcción invocados por Wajnerman y Lastra Lobo (por medio de su abogado Marcos Rougés) durante todo el tiempo que insumió la tramitación de este proceso”.

Las deficiencias del dúplex fueron descritas en un informe técnico elaborado por el arquitecto Carlos Sarcay, texto que precisa los trabajos inconclusos y las patologías de construcción de las unidades 7° B y 8° B del edificio de la calle Las Heras 252. Allí residen los demandantes pese a que, según Zamorano, el departamento presenta condiciones que actualmente condicionan la habitabilidad; la seguridad de sus habitantes y la vida útil de los elementos constructivos. “No están terminadas las tareas necesarias para el funcionamiento correcto de sus ambientes; instalaciones eléctricas y sanitarias, y telefonía. La situación de la planta alta es prácticamente de intemperie: pese a contar con un techo, el agua de lluvia, el viento y el polvo atmosférico atraviesan todos los ambientes por las aberturas sin carpintería (...)”, relató el juez.

Categoría “penthouse”

La sentencia rechaza todos los argumentos que había esgrimido el abogado del arquitecto Barenbreuker, Alejandro Federico Biagosch, para librarse de responsabilidad. En particular, el titular del Juzgado N°1 desestimó que Wajnerman y Lastra Lobo adeudaran dinero al empresario, como este había aducido. Por el contrario, el juez dijo que los documentos aportados consignaban que aquellos habían cancelado sus obligaciones y que, para hacerlo, habían vendido sus departamentos propios. Por esa razón y como Barenbreuker no les entregaba el dúplex, la familia de seis integrantes de Wajnerman y de Lastra Lobo tuvo que “hacinarse” en una propiedad que, mientras tanto, aquel les dio en comodato. En septiembre de 2014, los demandantes se mudaron al edificio “en estado de obra” de Las Heras 252, donde conviven con las irregularidades. Estas anomalías, que habían sido expuestas en “Panorama Tucumano”, ciclo televisivo de LA GACETA, también involucran a proyectos de Mas & Rovira, y de Miguel de la Cruz Grandi.

La sentencia expresa que Wajnerman y Lastra Lobo estaban en un estado de vulnerabilidad, y por eso aceptaron lo que Barenbreuker les dio pese a que el producto distaba de poseer las calidades de penthouse comprometidas. Y agrega que los demandantes, que no son especialistas en construcciones, firmaron el acta de conformidad de la entrega del dúplex sin disponer del asesoramiento adecuado.

Zamorano también derribó el argumento de que Lastra Lobo había hecho “denuncias calumniosas” en los medios de comunicación que habían contribuido al desprestigio de Barenbreuker y a su deterioro como empresario. El juez acotó que esta “supuesta campaña” no había sido acreditada y que, por el contrario, constaba que el matrimonio estaba sobreseído en una causa por calumnias e injurias promovida por el desarrollador inmobiliario.

Si bien Barenbreuker cierra el año sin haber sido juzgado por la supuesta comisión del delito de defraudación de derechos de fiduciantes en fideicomisos inmobiliarios en perjuicio de al menos 19 clientes -el juicio oral que ha de celebrar la Sala VI de la Cámara Penal todavía no tiene fecha de inicio-, su posición se debilitó aún más por el pronunciamiento de Zamorano. El propio juez manifestó que este tenía alrededor de 30 juicios por incumplimientos en trámite en la Justicia civil. Sólo en 2019, la Sala VI quitó al empresario la capacidad para disponer de sus fideicomisos de las calles Las Heras 252, Mendoza 45, San Lorenzo 788, Las Heras 175 y Córdoba 303 (Rivadavia 302/304), mientras que el juez civil Pedro Pérez (N°8) dispuso la liquidación del segundo proyecto. Además y por herir la confianza pública en la profesión, Barenbreuker perdió su matrícula por decisión del Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio de Arquitectos de Tucumán.

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