Por Santiago Pérez Cerimele
25 Noviembre 2019
Un equipo que de verdad aspire a un objetivo serio debe comenzar por no perder en su casa. Si se gana, por supuesto, mejor. Pero de mínima no se debe caer. Por un lado está la cuestión simbólica, que no es menor: se genera un ánimo de invencibilidad en los propios jugadores, se abruma a los ajenos, y enciende aun más a los hinchas. Pero también está la cuestión concreta de sumar puntos. El Atlético que ascendió a Primera en 2015 edificó ese proceso sobre la base de una treintena de partidos invictos en su casa. San Martín lleva nueve -siete en el actual torneo-. Debe continuar con la premisa de blindar la Ciudadela.
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