Cumplir las normas, pero también revisarlas

Cumplir las normas, pero también revisarlas

La detención de tres ruralistas, debido a la aplicación de agroquímicos en espacios prohibidos, encendió alertas en el sector. La labor exige responsabilidad y capacitación constante. Los involucrados deben contar no sólo con el equipo adecuado, sino también con la última información. Actualmente se trabaja para adecuar a la realidad algunos artículos.

Las noticias que circularon por medios informativos del ámbito rural, sobre los procedimientos judiciales y la detención de tres personas, debido a la aplicación de agroquímicos en sectores prohibidos de la zona rural de Pergamino (Buenos Aires) preocupa a toda la comunidad agropecuaria nacional.

Sin duda que estos acontecimientos suceden porque, seguramente, no se cumplen las reglamentaciones y leyes vigentes sobre el uso y la aplicación adecuada de los agroquímicos. Pero las consecuencias de la detención de personas preocupa aun más, por lo que puede venir si se sigue detectando el incumplimiento de las leyes.

Se debe entender que las leyes están para que se cumplan, y que de manera periódica se realizan cursos, simposios, talleres y diversas jornadas técnicas, vinculados a los agroquímicos, encuentros que permiten la discusión y el análisis de las reglamentaciones vigentes.

El futuro de la producción agropecuaria depende mucho de un uso adecuado de los productos fitosanitarios. Se debe tener en claro que cualquier desmanejo de estos productos tiene consecuencias de diversa gravedad para el ambiente y para las personas que están expuestas a las malas aplicaciones.

Siempre debe existir una responsabilidad profesional e institucional en el manejo fitosanitario, que permite que todos los involucrados en el uso y en el manejo de estos productos sean conscientes y responsables en lo que hacen, procurando producir alimentos sanos e inocuos, pero cuidando el ambiente.

En la tarea de aplicar agroquímicos de debe tener el máximo de los cuidados a la hora de preparar los caldos de aplicación y al momento de la distribución en un campo o área donde se quiere controlar una plaga y/o enfermedad.

Estos cuidados deben darse desde el momento mismo en el cual un profesional aconseja la aplicación de un determinado agroquímico, ya que esta persona debe estar capacitada en lo que respecta a los productos y dosis a utilizar y al momento óptimo de aplicación sobre un determinado sustrato.

Todas las personas involucradas en la aplicación deben tener los conocimientos, y todos los medios y equipos necesarios para una adecuada preparación del caldo y para una correcta aplicación mediante pulverizadores terrestres o aéreos.

Estos son sólo algunas consideraciones generales que se deben tener en cuenta para un adecuado manejo y aplicación de agroquímicos, ya que los cultivos, las superficies a aplicar, las áreas con plagas domésticas y los diferentes momentos resultan muy variables.

Por otro lado, existen aplicaciones de químicos para plagas que aparecen por períodos, y que deben ser controladas debido a la incidencia que tienen sobre la población urbana. Es el caso, por ejemplo, del control del mosquito transmisor de una peligrosa enfermedad como el dengue. O de plagas agrícolas que sorprendieron en muchas zonas del NOA, como la aparición de mangas de langostas, a partir de la cual ahora existe una tensa vigilia de lo que pueda suceder con esta plaga cuando el tiempo cambie y se den nacimientos en algunas zonas de la región.

La aplicación de agroquímicos en Tucumán es importante, debido a la gran diversidad de cultivos y de producciones que se hacen aquí. Por ende, resulta innumerable la cantidad y los tipos de aplicaciones que deben realizarse para cuidar los cultivos de la provincia y de la región.

A raíz de ello, resulta fundamental que los responsables del uso y del manipuleo de estos productos lo realicen como corresponde, buscando el control más eficientes de las plagas y de las enfermedades, evitando el daño a otros cultivos o a montes naturales, y la contaminación del medio ambiente.

La capacitación en el uso adecuado de agroquímicos debe ser permanente y direccionada hacia todos lo que se encuentran en esta importante cadena, sin dejar de lado la comunicación a los involucrados de las disposiciones legales vigentes.

En esto, el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, el INTA, la Dirección de Agricultura y otras organizaciones son pilares para que el sector se capacite para realizar todas estas importantes labores de manera segura.

Resulta necesario que todos los productores y los aplicadores, sumados a los vendedores y a los fabricantes de agroquímicos tengan presente siempre la normativa vigente al respeto.

Las leyes y reglamentaciones tienen muchos artículos que sirven de guía para evitar y/o para minimizar accidentes de cualquier tipo relacionados a los agroquímicos. Y actualmente se trabaja en la modificación de ciertos artículos para adecuarlos a la realidad actual.

Los agroquímicos no son inocuos para la salud humana ni para el ambiente, aunque su peligrosidad varía según su grado de toxicidad y su formulación. El riesgo asociado a ellos depende de las dosis utilizadas, de las condiciones climáticas, del tipo de producto, del modo de aplicación y del tipo y grado de exposición. Por lo tanto, su uso responsable es indispensable para prevenir los posibles daños derivados y a la vez no ser pasibles de las sanciones que puedan derivar de un inadecuado uso.

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