Por qué pretenden prohibir el uso del cigarrillo electrónico en Tucumán

Por qué pretenden prohibir el uso del cigarrillo electrónico en Tucumán

Tres legisladores oficialistas presentaron un proyecto para que no se lo use en los espacios públicos.

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20 Septiembre 2019

Tres legisladores del oficialismo presentaron esta semana un proyecto para prohibir la importación, comercialización, distribución, publicidad, promoción y patrocinio del cigarro electrónica o "vapeadores" (en la modalidad aromatizada o saborizada) en Tucumán.

La iniciativa, propuesta por César Dip, Luis Morghenstein y Javier Pucharras, exige también que se prohíba la venta a los menores de 21 años, tanto para su consumo como para terceros. "El vendedor o expendedor deberá verificar la edad del comprador, quien tendrá la obligación de exhibir el documento que la acredite", indica y agrega que la medida también se aplique para la ventas online.

Además, se pretende que no se pueda usar estos dispositivos en los espacios públicos, entre los que se encuentran:

- Establecimientos de asistencia a la salud (hospitales públicos o privados, clínicas y sanatorios, centros de atención primaria, policlínicas y consultorios externos).

- Establecimientos educativos de todo nivel, oficiales o privados.

- Locales de espectáculos, cerrados o semicerrados.

- Medios públicos de transporte (urbanos, suburbanos, de corta y media distancia, taxis y remises, transportes escolares)

- Espacios públicos, oficinas de atención al público y demás dependencias pertenecientes a los Poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Entes Centralizados, Descentralizados y Autárquicos

- Salas de convenciones, museos, bibliotecas, bancos, oficinas, bares, restaurantes, confiterías, restobares, drugstores, pubs y afines, cines, teatros, locales bailables, clubes cerrados y todo otro lugar público o privado de uso público cerrado.

El proyecto establece que el Poder Ejecutivo reglamente la ley dentro de los 90 días de su publicación en el Boletín Oficial y que las infracciones a las disposiciones sean pasibles de sanciones que surgirán del decreto reglamentario y que se apliquen con independencia de la responsabilidad civil o penal que pudiera corresponder.

Los legisladores aseguran que "son conocidos los efectos devastadores del cigarrillo sobre la salud y también es sabido que existen distintas alternativas terapéuticas que buscan lograr que se deje de consumir el tabaco. Es por ello que, al mismo tiempo proliferaron nuevos productos y hábitos que se presentan como supuestas opciones 'menos nocivas', y de las cuales la mayoría de los usuarios ignora sus potenciales riesgos. Tal es el caso de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina y Sistemas Similares Sin Nicotina denominados 'Gigarrillo Electrónico' o 'Vapeadores' cuya utilidad no solo divide a la comunidad científica sino también a los usuarios ante la falta de pruebas de su eficacia para que los consumidores abandones el hábito de fumar".

"El uso del polémico cigarrillo electrónico, frente a la alarma de los especialistas, se impone entre los jóvenes en los últimos tiempos. No obstante, hay evidencia científica que muestra que estos productos poseen cantidades variables de nicotina, droga sumamente tóxica y con fuertes propiedades adictivas. Asimismo tampoco existe evidencia científica que indique que estos productos sirven para dejar de fumar (se piensa que hasta podrían retrasar el proceso), ni se demostró la inocuidad de los mismos. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Conferencia de las Partes en el Convenio marco para el control del Tabaco de noviembre de 2016, hizo hincapié en los "potenciales riesgos tóxicos y hasta cancerígenos" de algunas sustancias detectadas en el vapor de este tipo de dispositivos", indicaron.

"Para una mejor comprensión, describimos al cigarrillo electrónico (también conocido como vaporizador, vapeador o su nombre en inglés e-cigarette) como un dispositivo que consta de una batería y un atomizador. Este último es el recipiente de cristal o plástico transparente en donde se almacena el líquido que luego se transformará en vapor a su paso por una resistencia, y que inhalará el consumidor desde la boquilla del aparato. Ese líquido contiene sustancias aromatizantes, agua, alcohol, propinlenglicol, glicerina vegetal y diferentes concentraciones de nicotina", añadieron.

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