El "porrón" de litro no ha muerto, pero la lata le da una dura pelea

El "porrón" de litro no ha muerto, pero la lata le da una dura pelea

En eventos y para consumo en la casa, la cerveza en lata le gana terreno al "porrón"

Botellas vs. latas, cada una tiene sus ventajas y sus desventajas. Botellas vs. latas, cada una tiene sus ventajas y sus desventajas.
02 Agosto 2019

Más que nunca los viejos y castigados cajones de 12 botellas de litro de cerveza están condenados a juntar tierra. Hasta hace algunos años eran bienes preciados en cualquier casa y tesoros perseguidos por los recién mudados, pero de repente el "porrón" retornable se las tuvo que ver con nuevas formas de consumo de cerveza, principalmente la lata, que tiene ventajas evidentes.

Más cómodas, más livianas, más prácticas, más higiénicas y, dato fundamental, más fáciles de enfriar. Todas esas son las cualidades que han hecho que el consumidor apunte a las latas antes que a la cerveza de litro, lo que no quiere decir que la tradicional "polarizada" haya muerto.

Claro que a esas cualidades se le suma también una contra, y es que la cerveza enlatada es alrededor de un 30% más cara que la de envases retornables. Aún así, y crisis mediante, buena parte del mercado las elige.

"El consumidor comenzó a migrar por una cuestión de practicidad, principalmente. Pero también tiene que ver con las costumbres, con la forma de vida: una persona sale del trabajo a media tarde, pasa por un kiosco y se lleva una lata para tomar en el camino o un six pack para tomar en la casa, que se enfría volando", analiza Jonathan Funiciello, uno de los responsables del área de ventas de la cervecería Quilmes.

"Mi trabajo es más específico con los bares y ahí el consumo no se trasladó tanto a las latas, pero sí un poco a la cerveza tirada. De todos modos, en los bares sigue siendo muy fuerte la botella y desde Quilmes celebramos e impulsamos eso, porque creemos que parte de la costumbre clásica de tomar cerveza es tomarla en botella de litro. Quilmes es eso", explica.

Matías Gramajo, propietario de un minimarket de Barrio Norte, confirma la tendencia: la gran mayoría de los clientes elige las latas. "Si hacés la comparación, dependiendo las marcas claro, el precio es el mismo. Una lata cuesta $ 40, tiene medio litro, y el porrón de litro cuesta $ 80... ahí se gana en practicidad", explica.

Practicidad: un cajón de 12 botellas de cerveza pesa alrededor de 20 kilos. Un pack de 24 latas, en cambio, pesa 11 kilos.

Eventos y desperdicio

Un segmento que sí viró hacia las latas notablemente es el de los eventos, según explica Carlos Fuentes, propietario de una distribuidora. "La razón principal es el desperdicio de las botellas de litro. En un casamiento, por ejemplo, las botellas quedan a la mitad, se calientan y ya piden otra. Se tira mucho. La lata, en cambio, es individual y conserva más el frío", comparó.

La de Fuentes es una distribuidora grande, con buena capacidad de acopio, pero el empresario remarca la practicidad e higiene de las latas.

"Con la botella necesitás un depósito para las vacías y otro para las llenas, además de que pasan de un lugar a otro y son menos higiénicas que las latas. A pesar de que creció mucho el consumo de latas, nosotros igualmente seguimos teniendo la misma cantidad de botellas de vidrio que antes. Todo se vende y el consumo de cerveza aumenta todos los años", destacó Fuentes.

El año pasado Quilmes invirtió U$S 50 millones para poner en marcha en Acheral una línea de producción que envasa 57.000 latas por hora. Antes, explica un empleado del área de distribución, las latas eran traidas desde Buenos Aires, listas para vender, pero el incremento en el consumo los llevó a hacerlo de manera loca. "Hace cinco años, la relación era más o menos 25% de latas y 75% en botellas; ahora el volumen de producción está casi igualado en ambas presentaciones", explica y aclara que quedan afuera de estas comparaciones estimadas las otras medidas, como los porroncitos de 330.

Si para las distribuidoras las latas significan practicidad, para las fábricas no lo es en la misma medida. Es que con las botellas los envases están constantemente rotando y el acopio se comparte de alguna manera con los distribuidores. En el caso de la lata, deben acumular los envases vacíos, que son importados de Chile o Brasil, principalmente. "En cuanto a la distribución, no hay mucho cambio en el trabajo", explicó.

"Nosotros hasta no hace mucho estábamos comprando sólo en latas, pero ahora estamos volviendo a las botellas", cuenta Emmanuel Virili, uno de los miembros del grupo "Los 1.000 asados". Ellos se juntan religiosamente todos los jueves, entre 10 y 20 comensales, a compartir un asado con amigos. "Haciendo números finos, la cerveza en lata es más o menos un 30% más cara que en botella. Dependiendo el evento y la cantidad de personas, conviene una o la otra. Nosotros hemos vuelto al viejo y conocido cajón, que te permite tomar muy buenas cervezas a mejores precios", finalizó.

El porrón, señoras y señoras, no ha muerto.

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