Robos en avenida Solano Vera: los testimonios de algunas víctimas

Robos en avenida Solano Vera: los testimonios de algunas víctimas

VELOCIDAD. Al verdulero Amado Sáez le robaron la moto de la vereda. VELOCIDAD. Al verdulero Amado Sáez le robaron la moto de la vereda.
29 Julio 2019

Solano vera al 200: desvalijada en dos minutos

Gisela Ahmad abrió las puertas de su zapatería hace cinco meses y ya fue víctima de un robo muy violento. “Cerca de las 21, entraron dos tipos, nos amontonaron a mi hermana con su hija. Les entregué todo el dinero que tenía. El asalto no duró ni dos minutos. Ojalá cambie todo esto. Es mucha la inseguridad que hay en la zona”, dijo.

Solano Vera al 300: los robos hacen dudar sobre su futuro

“Hace un año y medio que puse el local y ya es la tercera vez que me roban. Como la primera vez entraron por la puerta del costado, hice poner rejas, pero ahora rompieron los vidrios y me sacaron desde el secador de pelo hasta el televisor que tenía en el salón. La verdad es que no sé cómo seguiré después de esto”, se lamentó María del Milagro Arma, dueña de una peluquería que sufrió un robo el jueves pasado. “No tenemos dinero para poner una cámara de seguridad, pero lo que sí hacemos es observar bien a quién le abrimos para no tener problemas”, explicó.

VELOCIDAD. Al verdulero Amado Sáez le robaron la moto de la vereda. VELOCIDAD. Al verdulero Amado Sáez le robaron la moto de la vereda.

Solano Vera al 400: en segundos se quedó sin su moto nueva

Amado Sáez, dueño de una verdulería, también fue víctima de un robo express: el miércoles a la siesta le sustrajeron la moto que tenía estacionada en la vereda. “Es increíble, estando mi familia adentro y ni siquiera se dieron cuenta. Se la llevaron como si nada. Era nueva, la acababa de comprar”, destacó.  

DESESPERADA. María Milagro Arma levanta los vidrios después del robo. DESESPERADA. María Milagro Arma levanta los vidrios después del robo.

Solano Vera al 500: acostumbrados a la inseguridad

Leonardo Guerrero, dueño del restaurante La Criolla, contó que fue víctima de varios robos. “Esta zona es un peligro. Hace años que estoy acá y realmente uno se acostumbra a la inseguridad. No debería, pero es así. Siempre tenemos cuidado al abrir y cerrar el negocio, pero es una cosa de todos los días”, remarcó. “Los mismos a los cuales detienen y después los sueltan, te siguen robando. Es gente de la zona, nos conocen”, dijo.

COMPLETO. Ladrones tomaron cerverza antes de dejar el local que desvalijaron. COMPLETO. Ladrones tomaron cerverza antes de dejar el local que desvalijaron.

Turno familiar para protegerse

“Tuvimos que poner tres candados en la reja y nos turnamos entre los miembros de la familia para no sufrir otro ataque”, explicó Roberto Lencina, dueño de una mercería. “Hasta que no cerrás, te puede aparecer alguno y robarte”, agregó.

Se repiten las caras de los asaltantes

Liliana Nieva y su hijo Benito Varela atienden el drugstore de la cuadra y dijeron estar cansados e indignados por los robos que sufrieron. “Sabemos quiénes son. Viven robando a todos los comerciantes y después vienen y te compran como si nada. ¿Qué les podés decir? La Policía no hace nada”, dijo la mujer. “Una vez le habían sacado el teléfono a mi mamá, agarré la camioneta y con mi arma los amenacé a los pendejos, porque sé quiénes son... Se hacen los picaros y se te ríen en la cara. Esto no puede ser”, destacó Benito.

Solano Vera al 600: hasta le tomaron la cerveza del bar

Miguel Ángel Kaethner no se termina de acostumbrar a los robos y menos aún después de haber sufrido un asalto con el salón lleno de clientes. Para amedrentar a todos, le pusieron un arma en la cabeza al niño más pequeño que encontraron. “En 20 días entraron dos veces. Se robaron dinero, un plasma, equipos de música, carne, hamburguesas y bebidas. Incluso me tomaron la cerveza y dejaron las latas ahí sobre el mostrador”, contó. “Los ladrones son jóvenes de la zona que tienen problemas de adicción. La Policía lo sabe y no hace patrullaje ni prevención”, agregó.

Solano Vera al 1.000: abandonan los botines en los descampados

“A un vecino le robaron hasta la bordeadora. Él tiene un quincho con pileta que alquila. El modus operandi siempre es el mismo: te roban, tiran las cosas en un descampado y después las buscan. Son los mismos habitantes de la zona”, contó Marcelo Arcapalo, propietario de un lavadero de autos que también sufrió hechos de inseguridad.

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