Por Lucía Lozano
13 Mayo 2019
“Como si me estuvieran golpeando el cerebro con un martillo”. Así describe Carolina Naranjo lo que durante más de una década sufrió cada vez que la sorprendía un ataque de migraña. Es tucumana, tiene 40 años y es licenciada en Trabajo Social. Forma parte del 10% de la población que padece este tipo de enfermedad a la cual ella describe como una condición muy debilitante. Y de hecho lo es, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la patología produce un nivel de discapacidad que puede ser tan alto como la cuadriplejia y la psicosis.
Al contrario de lo que la mayoría de las personas cree, es mucho más que un simple dolor de cabeza, asegura Carolina. Se trata de una enfermedad neurológica compleja e incapacitante y que está subdiagnosticada; además, impacta fuertemente en la vida profesional y personal de quienes la padecen. Así lo dejaron en claro los médicos que la semana pasada participaron de un encuentro nacional de neurólogos que se realizó en Tucumán. En todo el país se está desarrollando una campaña, impulsada por la Sociedad Argentina de Neurología, que se llama www.HablemosDeMigrana.com.ar.
Sensibilidad extrema
“Cuando comienza el dolor, se concentra en un punto específico del ojo derecho. Este dolor llega acompañado de una sensibilidad extrema hacia la luz, náuseas y vómitos”, menciona Carolina. Los primeros síntomas de la enfermedad aparecieron cuando era joven: tenía vértigo. Después de los 25 todo empeoró. Las cefaleas se fueron haciendo más frecuentes hasta que le diagnosticaron migraña. “Llegaron a sufrir hasta dos días seguidos de dolor y náuseas, que cedían un poco al tercer día. Cuando terminaban los ataques, sentía como si me hubiese pasado un camión por encima”, compara.
A veces, cuando la tormenta llegaba a su cuerpo, Carolina empezaba a andar sin rumbo por la calle, desorientada. Entonces, entendió que necesitaba ayuda profesional. Ahora, toma una pastilla preventiva cada noche y si llega a tener un ataque le ponen medicamentos inyectables.
Se puede controlar
“Muchas de las personas que sufren de migraña desconocen que es una enfermedad neurológica, que tiene tratamiento y es controlable. Nuestra responsabilidad como especialistas en neurología es informar, educar y lograr que aquellos para quienes el dolor de cabeza es un problema en su vida consulten a un médico. Sólo de esa manera podremos ayudar a los pacientes a cambiar su calidad de vida a través de un tratamiento efectivo”, dice a LA GACETA María Teresa Goicochea, neuróloga de clínica del dolor del Instituto Fleni.
Describe que la migraña se caracteriza por ataques recurrentes de dolor de cabeza de gran intensidad, acompañado de vómitos, náuseas, mayor sensibilidad a la luz, al sonido y a los olores. Estos episodios pueden durar entre dos y 72 horas. Es tres veces más común en mujeres que en hombres y afecta con mayor frecuencia a personas de entre 15 y 50 años. Dice que lamentablemente es una enfermedad invisible y estigmatizada. Incluso, los mismos pacientes la esconden por vergüenza o miedo a verse perjudicados en el ámbito laboral y social.
Estudio sobre prevalencia
Goicochea comentó que, según un estudio que se hizo por primera vez en el país sobre prevalencia de migraña en Argentina, una de cada 10 personas la sufren. Además, el 53% de los encuestados padeció al menos un dolor de cabeza en los últimos 12 meses. La gran mayoría se automedicó y sólo un 12 % tomó remedios recetados por un profesional.
La investigación, realizada por la consultora Poliarquía con especialistas de la Sociedad Neurológica Argentina, se hizo en el marco del lanzamiento del primer medicamento específico para tratar la enfermedad. Encuestaron a 2.500 personas y el 9,5% respondió afirmativamente a las preguntas que determinan que ese dolor es migraña. El porcentaje de los migrañosos que consultó alguna vez a un médico es bastante alto (un 62%), pero sólo el 37% vio a un especialista en neurología o dolor. Y seis de cada 10 se automedican con analgésicos para combatir el dolor, al que más de la mitad califica como severo y un 30%, como moderado. La mitad de quienes sufren migraña conceden que la enfermedad afecta sus actividades físicas e intelectuales. Casi todos ellos (94%) tienen problemas para dormir y más de la mitad (56%) tuvo que faltar al trabajo por la crisis de dolor.
Automedicación
“La migraña permanece con bajos niveles de reconocimiento y tratamiento. Hay muchas sin diagnosticar en el país, que recurren a la automedicación, lo que puede agravar aún más el cuadro. Por eso quienes sufren fuertes dolores de cabeza deben consultar al médico, obtener su diagnóstico y comenzar un tratamiento efectivo que permita mejorar su calidad de vida”, aconseja el neurólogo tucumano Federico Pelli Noble.
La migraña es causada por una predisposición genética cerebral a reaccionar de más a algunos estímulos. “Si uno tiene una predisposición a sufrir esta patología, hay factores que aumentan las probabilidades. Por ejemplo, el estrés. Por ello probablemente hoy se ven más casos”, agrega.
El tratamiento debe ser personalizado, resalta. Incluye desde medicación hasta cambiar de estilo de vida y de alimentación. La mayoría de los pacientes debe hacer psicoterapia, actividad física y evitar ciertas comidas como las que tienen conservantes, chocolate, embutidos y alcohol.
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