Aulas que se amigan con la tecnología: el objetivo de la pizarra táctil

Aulas que se amigan con la tecnología: el objetivo de la pizarra táctil

Desde Tucumán, una empresa colombiana busca lanzar en todo el país una de sus innovaciones tecnológicas destinada a la enseñanza. Las redes de contactos entre emprendedores del rubro en la región fue clave para permitir el desembarco del producto.

SIMULACIÓN. César Domínguez exhibe una disección virtual de una rana realizada con “TOMi”.  la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio  SIMULACIÓN. César Domínguez exhibe una disección virtual de una rana realizada con “TOMi”. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio

Una compañía colombiana se propone introducir en el mercado argentino una herramienta tecnológica que promete “revolucionar” la educación. Y Tucumán es el punto elegido para la inserción del producto. Ocurre que la empresa “Aulas Amigas”, que nació en Medellín hace más de diez años, se alió con “RAbit Lab”, un emprendimiento local con fines semejantes. Esa unión quedó sellada el jueves, con la presentación del invento que ya forma parte de algunas escuelas del país de García Márquez.

Se trata de “TOMi”, un tablero óptico de mando (de ahí la sigla) que transforma cualquier superficie plana en una pantalla táctil interactiva. El producto contiene numerosas páginas con contenido educativo destinado a todos los niveles de enseñanza, y dispone de diversos recursos digitales para preparar y dar clases. Según sus creadores, es una herramienta que potencia las capacidades y la participación de los estudiantes por medio de una propuesta que dinamiza las aulas tradicionales. Esta innovación permite, por ejemplo, simular virtualmente la disección de una rana; observar planetas en tercera dimensión y analizar los distintos sistemas del cuerpo humano.

“No es sólo una pizarra, sino que apoyamos todo el proceso de cambio con los maestros”, explicó Eduardo Domínguez, representante exclusivo de la invención colombiana en Bolivia. Fue justamente en una feria de emprendedores desarrollada en Santa Cruz de la Sierra que este empresario conoció al tucumano Guillermo Tula, uno de los dueños de “RAbit Lab”, emprendimiento que busca innovar en la educación por medio de la realidad aumentada. A partir de allí, comenzaron a tejer las redes de contacto que posibilitaron el desembarco en la provincia de “Aulas Amigas” y de “TOMi”, cuya comercialización hoy está a cargo de Tula.

“Transformar la educación”: los promotores de estas herramientas tecnológicas repitieron la consigna en distintas oportunidades durante la presentación del jueves que dirigió César Andrés Domínguez, representante de la empresa colombiana en el Cono Sur. Mientras exhibía el tablero óptico, el ejecutivo remarcó que el emprendimiento en el que trabaja pertenece, más que al rubro tecnológico, al pedagógico. “Estamos convencidos de que podemos cambiar la educación en la región y de que debemos formar ciudadanos digitales”, enfatizó.

Domínguez definió a los elevados costos imperantes en América Latina como el principal obstáculo para cumplir con esos fines. “Claro que todos queremos innovar con la digitalización en las aulas, pero el valor de una pizarra interactiva estadounidense supera los U$S 8.000”, ejemplificó. Según contó, esa barrera alentó el surgimiento de “Aulas Amigas” (en realidad, en este caso la palabra “amigas” es un acrónimo que quiere decir “ambientes integrados para el aprendizaje significativo”). El objetivo del proyecto es facilitar el acceso a la tecnología con fines pedagógicos en los países en vías de desarrollo.

Ya en diálogo con este diario, el gerente comercial encargado de abrir los mercados del Cono Sur ponderó al networking (un anglicismo que hace referencia a las redes formadas por emprendedores para desarrollar oportunidades de negocio) como el factor esencial para la internacionalización de los productos de su empresa. “Si un emprendedor no establece alianzas estratégicas, está solo. Podrá tener una gran idea, pero, si no forma una red de contactos, nunca logrará producir a escala y masificar sus ventas. Conociendo personas es posible conseguir brazos comerciales. Así se dio la oportunidad para que lancemos TOMi desde aquí (por Tucumán) al resto de la Argentina”, analizó Domínguez, quien, además, es ingeniero comercial.

Para vencer a las drogas

El fundador de “Aulas Amigas”, Juan Manuel Lopera, supo que quería ser emprendedor tras la aparición de un “maestro inspirador” que a sus 12 años lo apartó del narcotráfico de Medellín, su ciudad natal. “Me alejó de las drogas y me puso a pensar en crear esta empresa desde muy temprana edad. Yo no tenía dinero para ir a la universidad, pero ya soñaba con la tecnología”, reveló Lopera al diario colombiano “El Tiempo” en 2017. Hoy sus productos innovadores están presentes en más de 80.000 aulas de toda la región y su emprendimiento es considerado como una oportunidad para la modernización de la educación en América Latina. 

La receta de “Aulas amigas”

Facilitar el acceso a la tecnología en América Latina.

César Domínguez, representante de Aulas Amigas en el Cono Sur, enumera los “ingredientes” que permitieron el éxito del emprendimiento pedagógico colombiano. “Hacer dispositivos tecnológicos de bajo costo (para que puedan ser vendidos en regiones con escaso presupuesto), de fácil uso (tanto para docentes como para alumnos) y de alta calidad es lo que permitió que este producto sea utilizado en miles de aulas”, evalúa.

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