11 Febrero 2019
EL PODIO. Ardusso (al centro) festeja junto con Ortelli y Werner.
Hace dos meses sus lágrimas manifestaban una nueva frustración por otra corona perdida en el TC. Pero Facundo Ardusso busca que la tercera sea la vencida y dio el primer paso al ganar ayer en Viedma, Río Negro. El santafesino vuelve a ser la punta de lanza de Torino para que la marca sea campeona luego de 48 años.
En el autódromo patagónico, Ardusso fue segundo en la clasificación general, que desde esta temporada tiene sus dos tandas los sábados. El santafesino ganó la segunda serie más veloz y se aseguró un lugar en la primera fila de la final, donde en la largada peleó con Mariano Werner (Ford), quien partió adelante. Prevaleció el entrerriano (se estrenó en el equipo DTA), pero luego se pasó y perdió la punta a manos de Facundo.
Después el Flaco de Las Parejas se mantuvo adelante a pesar de que Guillermo Ortelli (Chevrolet) lo trajo cortito. “Fue una carrera muy exigente. Cinco vueltas más a la final le aportan un condimento interesante”, explicó Ardusso.
“Se mejoró el trabajo hecho el año pasado. Sumamos gente muy capaz como los Kissling (aparte de Guillermo está su hijo Brian). Estoy contento con los puntos, pero un poco mal porque tenía un auto para ganar y no lo aproveché”, admitió Werner.
El podio rionegrino puede ser un prólogo de lo que será la lucha por el campeonato. Ardusso encara su tercera temporada con el mismo auto y equipo, el Renault Sport Torino Team regenteado por el Trotta Racing. Ambas partes vienen de luchar hasta el final las últimas dos Copas de Oro y tienen potencial técnico y conductivo con su piloto para estar otra vez en la conversación. Ortelli integra una de las estructuras más fuertes como el JP Carrera. Y Werner ya no tiene toda la responsabilidad sobre la atención de su auto que quedó a cargo del DTA. El paranaense puede dedicarse de lleno a lo conductivo.
Hay que sumar a Matías Rossi (Ford) que volverá en la próxima fecha. Y nunca se debe descartar a Agustín Canapino (Chevrolet) quien ganó los últimos dos torneos de forma agónica.
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