08 Febrero 2019
Dos países y un arco
Docente, dentro y fuera de la cancha
Lo más probable es que el nombre de Bert Trautmann tenga poco significado para estas latitudes. Pero en Europa sí lo tienen, en especial en Alemania e Inglaterra. Allí su figura e historia es digna de convertirse en película.
El arquero alemán ejerció como paracaidista a lo largo de tres años durante la Segunda Guerra Mundia, labor por la que recibió cinco medallas de honor.
En una guerra hay vencedores y vencidos. A Bert le tocó estar del lado de los prisioneros, de los derrotados.
Haber quedado bajo el control de los británicos no fue duro. Lo doloroso para Trautmann fue que de los 1.000 hombres que habían conformado su regimiento, él fue uno de 90 sobrevivientes.
Finalizado el conflicto y habiendo rechazado la repatriación a Alemania, el arquero y paracaidista decidió establecerse en Inglaterra.
La pelota y los guantes no tardaron en regresar a sus manos. Su vuelta al arco comenzó en St Helens, equipo de la campiña de Inglaterra. Tal fue su actuación que despertó el interés de los grandes.
Así, en 1949, a cuatro años del final de la guerra, se convirtió en el dueño del arco de Manchester City. Además, su llegada a la Segunda División del fútbol ingles le significó convertirse en el primer futbolista en usar Adidas en Gran Bretaña.
Siendo alemán y paracaidista de la guerra, su arribo al Manchester City despertó el repudió de los hinchas. Su actuación en la el conflicto y su nacionalidad hizo que lo trataran de “nazi”.
Trautmann no fue el único veterano de guerra en el vestuario del City. El capitán Eric Westwood había participado en la Primera Guerra y fue él, el que buscó que el alemán sea bienvenido en la cantera.
Pese al mal trago que vivió en sus primeros años vistiendo la camiseta “ciudadana”, Bert disputó más de 500 partidos en, uno de ellos hasta el día de hoy recordado por los hinchas. Se trata de la final de 1956. Manchester venció 3 a 1 a Birmingham City con un Trautmann que terminaría el partido con una de sus vértebras partidas en dos y cinco luxadas.
En 2004, a los 81 años, fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio británico por su contribución en el entendimiento de los pueblos de Alemania y Reino Unido. Este año se estrenará la película de su vida, “The Keeper”.
¿Para escribir bien?
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El fenómeno que causó la final de Copa Libertadores entre Boca y River durará tanto como la eternidad misma en el fútbol.
La Real Academia Española suele ser muy activa en sus redes sociales, desde donde responde dudas de sus seguidores. Preguntas de todo tipo, incluso sobre la final de la Copa en Madrid, por ejemplo. El usuario @casasbuenas87 parece haber dejado de lado el partido para preocuparse por el relato de Mariano Closs en el gol de Gonzalo Martínez (3-1). “Quisiera saber si la frase ‘Y va el tercero y va el tercero y va el tercero y gol de River y gol de River’ no quedaría mejor separada por comas. Cordial saludo”. La RAE atinó a responder a la consulta del hincha “Millonario”: efectivamente, entre cada sintagma repetido debe escribirse coma: «Y va el tercero, y va el tercero, y va el tercero, y gol de River, y gol de River». El usuario replicó la respuesta a la cuenta de Twitter de Boca: “hola, @BocaJrsOficial. Quiero que sepas que así se escribe dicha narración”. Pobre Real Academia Española, envuelta en el fuego poco amigo de ¿una chicana? Porque los hinchas, claro, se hicieron eco de la publicación. ¿Verdadera duda o simple excusa?
LeBron James FOTO TOMADA DE SPORTINGNEWS.COM
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