Las “lunas” de madera, de Guillermo Rodríguez, se expusieron en Los Ángeles

Las “lunas” de madera, de Guillermo Rodríguez, se expusieron en Los Ángeles

El escultor tucumano expuso en una feria de arte moderno y contemporáneo.

EN EL STAND. El artista junto a dos de sus piezas escultóricas, una de las cuales, “Luna de agua”, fue vendida.  EN EL STAND. El artista junto a dos de sus piezas escultóricas, una de las cuales, “Luna de agua”, fue vendida.

Las esculturas del tucumano Guillermo Rodríguez respiran aires precolombinos pero linkean con el arte contemporáneo.

La madera es su materia prima desde hace décadas y no está dispuesto a abandonarla por el momento; y el ensamblaje es su modo de construcción, una elección que deja ver cómo se hizo, en el interior de la pieza. Con un estilo, sí, que el artista plantea desde hace mucho tiempo y que denomina imaginero.

El álamo, el cedro, el nogal o el cardón le sirven a Rodríguez para producir imágenes: arma y desarma, construye y deconstruye. Imágenes y figuras que expuso hace un par de semanas en Estados Unidos.

Los Ángeles Art Show superó ventas por U$S 30 millones entre un público que no llegó a los 80.000 visitantes. De ese modo, el arte contemporáneo tuvo su propia fiesta en la costa oeste de Estados Unidos, en la última semana de enero. “Te aclaro que es arte moderno y contemporáneo, lo que quiere decir que podés encontrar obras de Pablo Picasso o una pieza de bronce de Edgar Degas y pinturas de Andy Warhol. Todos originales”, cuenta Rodríguez durante una entrevista con LA GACETA.

Es un encuentro que vende: solo para tener un dato y comparar, en arteBA (Buenos Aires) concurren anualmente 100.000 personas pero las cifras no superan los U$S 2,5 millones.

En esta 24° edición hubo tres presencias argentinas en Los Ángeles. Estuvo “El partenón de los libros”, una de las famosas obras de Marta Minujín convertida en un ícono mundial de la libertad de expresión. Con buenos contactos en el exterior más una gestión atinada, el Museo de Arte Contemporáneo (Salta) dirigido por Claudia Lamas, exhibió proyectos audiovisuales. Y finalmente, la galería Isabel Anchorena (Buenos Aires), expuso y comercializó esculturas de Rodríguez, entre otros artistas. “La feria fue variada y buena, tuvo mejor nivel que otras que conocí, con numerosas galerías asiáticas, europeas y de Estados Unidos. Me sorprendí de ver arte africano y japonés”, describe el artista tucumano.

El escultor concentra su atención en lo que denomina la imaginería, pero alejado de toda devoción. Ha participado en ferias de Nueva York, de Palm Beach y de Miami en EEUU; en Toronto, Canadá; y además expuso en España e Italia, entre otros países.

Ritual

“Luna de agua” (una madera policromada realizada en 2014) es la pieza que vendió en la exposición; pertenece a una serie de figuras femeninas que, desde la luna misma, establece relación con otros elementos. De esa línea de inspiración, “Luz de luna” (también de 2014) se incorporó al patrimonio del Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro. Otras de sus obras son “El ojo de la memoria”, que se puede ver en la sierra de San Javier, y el “Monumento a Atahualpa Yupanqui”, en Raco.

“Mi obra es mestizaje en todos los aspectos”, señala. Y añade: “mis esculturas tienen un carácter más bien de tipo ritual, generalmente hablan sobre el proteger”. Ese ritual del que habla el artista es el valor cultural de la obra, el “aura” sobre la que tanto reflexionó el filósofo Walter Benjamin, un valor perdido en la época de la reproductibilidad técnica.

Las piezas de Rodríguez están ensambladas (un detalle no menor, que revela el respeto por la propia materia) y en su planteo no puede obviarse el color: una rica policromía recorre la madera. “Tomo la madera rústica como viene, trato de no dañarla, sino de seguirle la línea, la veta, de hacerla encontrar con otra. Las maderas del norte tienen un significado de paisaje, de entidad”, señala.

LA ART SHOW. Guillermo Rodríguez posa con el banner de la muestra.   LA ART SHOW. Guillermo Rodríguez posa con el banner de la muestra.

Rescatar las imágenes populares y los cultos religiosos y rituales son sus puntos de partida; integran el inicio de una investigación que corre paralela a la de la propia madera. La dualidad en la composición está siempre presente (el debate entre lo lleno/lo vacío; estatismo/movimiento y volumen positivo/volumen negativo).

Reciclado

Cristian Castro (argentino residente desde 1999 en Estados Unidos) realizó uno de los trabajos más destacados en la feria. Instaló sus 27 peces linterna en el LA Art Show, en representación del museo de Los Ángeles.

“La idea es hacer reciclado, con el fin de que la basura industrial o electrónica no vaya a nuestro medio ambiente y que contamine más”, indica el artista, que reproduce seres de la naturaleza. “Comencé a hacer este tipo de arte desde muy pequeño, desarmando electrodomésticos, motores, radios antiguas y empecé a generar este tipo de arte”, recordó.

Reflexiones

Los Ángeles Times informó que esta edición de la muestra dejó más espacio para examinar obras muy diversas de más de 120 galerías en el Centro de Convenciones. “En general, los comentarios políticos fueron menos evidentes, pero las reflexiones sobre las redes sociales distópicas y la cultura del consumidor estuvieron muy presentes en medio de una gran cantidad de obras de arte con orientación comercial”, describió ese diario.

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