Villa Gesell, para los que veranean en febrero

Villa Gesell, para los que veranean en febrero

Nunca es dónde sino con quién. Pero amén de esa sabia proposición, se puede acudir a algunos secretos para hacer más amigable el verano en las playas geselinas. ¿Cómo estará el clima, cuáles son los programas low cost, qué hacer con los chicos en una tarde de lluvia o dónde compartir una buena cena? Ocho claves para veranear en familia en esta ciudad.

Villa Gesell, para los que veranean en febrero

1- El clima:

Esta temporada viene siendo inestable... unos días buenos; otros malos. Aún así, desde mediados de diciembre hasta ahora, ningún veraneante ha tenido que soportar una sudestada de no acabar (toquemos madera para que eso no ocurra). Las tormentas han sido recatadas y le han dado paso al sol con prontitud.

2- Las compras:

Los supermercados “Tres hermanos”, “Barrera” o “Los Acuanautas” tienen segundas marcas de productos a buenos precios. Durante la primera quincena de enero -por ejemplo- se conseguía leche en sachet a $ 28 o una bolsa de cereales a $ 25. También ofertan aceites, gaseosas, galletas y otros productos de almacén.

Para quienes comen saludable y aspiran a mantener su dieta, en la avenida 3 y paseo 126 funciona una dietética en la que se consiguen semillas, granos, leche de avena, frutos secos y alimentos sustitutos del gluten.

La cadena de panaderías Atlántida (en dos o tres puntos de la avenida 3) ofrece la típica pastelería bonaerense, con medialunas de manteca. La docena de facturas surtidas cuesta $ 140. ¿Una sugerencia? Las tortitas negras sin relleno de dulce de leche.

3- La gastronomía:

Uno de los cinco mejores restaurantes de Gesell es, sin dudas, “Las Cortaderas”, un reducto con aroma a bosque en el que se puede desayunar, almorzar, merendar o cenar. Los menúes arrancan en los $ 260 por persona. La bondiola cocinada con una reducción de cerveza negra, papas en gajos y manzanas asadas se lleva aplausos. “La Holandesa” también califica para ese top five, con su repostería típica o con un plato de goulash húngaro. Aquí conviene hacer reserva o ir antes de las 21. Otro sitio que se presta para una buena cena es el “Club Náutico”, frente al mar y con especialidad en mariscos. Como bodegón, se puede acudir a “La Taberna de Don Ramón”, que se caracteriza por sus paellas y cazuelas de mar. ¿Helados?: recomendables los de “La Rochella” (artesanales) o los de Vía Tres.

VILLA GESELL. El balneario atrae personas de todas las edades dispuestas a disfrutar del sol y el mar. VILLA GESELL. El balneario atrae personas de todas las edades dispuestas a disfrutar del sol y el mar.

4- Recreación:

El centro de Gesell le faltan méritos para anotarse entre los más lindos de la costa argentina. Aún así, si se quiere recorrerlo es mejor hacerlo después de media tarde, cuando las calles se vuelven peatonales.

No obstante, tal vez a las familias con chicos pequeños les resulte una mejor opción pasear por el área céntrica de Mar de las Pampas, unas cuadras irregulares enclavadas en el bosque, al cuatro km. al sur de Gesell. Allí, escondido entre pinares, el anfiteatro explota de gente. Cuenta con cuatro funciones diarias, para toda la familia y a la gorra.

Los papás de adolescentes, en cambio, tal vez deban quedarse en el centro geselino o marcharse hacia Pinamar, las localidades de moda entre los más grandecitos.

5- ¿Qué hacer con niños si llueve?:

El parque de diversiones “Juguelandia” tiene la estructura de un castillo medieval, con ciertos juegos que se adaptan a la temática, como una gruta fantástica o un interminable laberinto. El pasaje de unos $ 400 incluye casi todos los divertimentos, que van desde carrousel hasta cuatriciclos. Otro programa low cost podría ser llevar a los niños al bowling  “Kao Kao”. Tienen una promo de una hora a unos $ 400 ($ 500 con cuatro hamburguesas y vasos de coca, aunque no les pidan demasiado a las hamburguesas).

6- Adictos al running:

En el paseo 129 y Costanera arranca una rambla que culmina en las playas más norteñas de Gesell. Un trote de 10 kilómetros por esas maderas suspendidas sobre la arena equivale a una hora de felicidad.

VILLA GESELL. El balneario atrae personas de todas las edades dispuestas a disfrutar del sol y el mar. VILLA GESELL. El balneario atrae personas de todas las edades dispuestas a disfrutar del sol y el mar.

7- Las playas:

Si se busca tranquilidad, poca gente y limpieza, hay que inclinarse por alguna playa al sur de Gesell. Las céntricas, en cambio, son las preferidas de las bandas de adolescentes.

8- Los churros:

Entre las mejores churrerías se encuentran “El Topo” y “El Amanecer”. La docena cuesta entre $ 180 y $ 200.

¿Sabías que...?

Villa Gesell es una ciudad cabecera del partido homónimo. Está ubicada en el extremo este de la provincia de Buenos Aires, sobre las costas del mar Argentino. Hacia el sur del distrito se encuentran sus centros urbanos más conocidos, como Mar de las Pampas, Mar Azul y Las Gaviotas. La ciudad surgió entre 1931 a 1932, cuando el pionero Carlos Idaho Gesell adquirió terrenos considerados inútiles, por hallarse cubiertos de dunas. El fundador inició la ímproba tarea de fijar las arenas forestando con coníferas. Hoy, unas 30.000 personas residen allí de modo fijo.

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