20 Enero 2019
DESDE SIEMPRE. El pato migró del campo a las ciudades, de Buenos Aires al país. El deporte nacional continúa vigente. LA GACETA / Archivo
“La patria se hizo a caballo” dice la frase popular. El deporte nacional no podía ser otro que no tenga a los equinos como actores principales.
El pato es el deporte argentino, que se practica con una pelota que tiene seis asas de cuero. Sorprendentemente, el deporte del país es conocido y practicado por un escaso porcentaje de argentinos.
El juego, que nació con los gauchos a principios del siglo XVII, se convirtió en uno de los íconos representativos de la nación por ley en 1953. O eso se creía.
Juan Domingo Perón, durante su primera presidencia,lo decretó como deporte nacional por considerar “que el origen de esta noble justa, de acuerdo con las investigaciones realizadas por numerosos historiadores, es auténticamente argentina, puesto que dicho deporte era ya practicado por nuestros gauchos en los albores de la nacionalidad”. Sorpresivamente, en junio de 2017 recién se sancionó la ley que lo coloca como el deporte nacional.
La pelota de las asas no sólo esta presente en los campos argentinos. En Alemania, Francia, Bélgica e Italia se practica un deporte parecido: el horseball.
Tal fue el crecimiento que tuvo en el viejo continente que la FAP pasó a llamarse Federación Argentina de Pato y Horseball.
DESDE SIEMPRE. El pato migró del campo a las ciudades, de Buenos Aires al país. El deporte nacional continúa vigente. LA GACETA / Archivo
En el mundo
Pocos son los países que tienen a su deporte nacional establecido por ley. La mayoría considera como el deporte símbolo al más practicado entre sus habitantes.
En América, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos y Uruguay tiene a sus deportes legislados.
Por caso, la tierra de Pelé tiene como deporte al arte marcial de la capoeira.
Los transandinos tienen por ley dos deportes nacionales: uno es el rodeo, y el otro es la rayuela, desde 2014.
El deporte de los cafeteros es el tejo; EEUU tiene tres deportes legislados: el béisbol, el fútbol americano y el rodeo. El deporte de los charrúas es la jineteada.
En Paraguay, Bolivia, Perú, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice, el deporte más practicado es el fútbol.
Ecuador tiene su propio deporte, la chaza, que es un juego similar al tenis. México practica la charrería, en la que enseñan destrezas ecuestres.
En Venezuela, Nicaragua, Puerto Rico y Guatemala, domina el béisbol; en Guyana y Jamaica, el criquet es el rey.
A Canadá, por su clima, lo representa el hockey sobre hielo. Sorpresivamente en Groenlandia el deporte que más se practica es el fútbol.
Yendo al Viejo Continente, 17 países tiene al fútbol como el deporte más practicado (no existe en ellos uno nacional legislado). Portugal, España, Francia, Bélgica, Italia, Albania, Macedonia, Reino Unido y Kosovo son algunos de ellos.
El caso del fútbol es particular porque países como Hungría hoy lo tienen como el deporte más practicado, pero con handball y waterpolo consiguieron sus principales proezas deportivas.
Al deporte que rige la FIFA lo continúan los deportes de invierno, encabezados por el hockey sobre hielo.
Como los americanos, algunos países como Suiza, Rumania, Moldavia y Turquía tienen sus deportes autóctonos. Schwingen, oina, tranta y yagli güres.
En África, el deporte dominante también es el fútbol, seguido por el básquet y el voley. Las naciones que tienen sus propios deportes son Suazilandia y Senegal, con el netball y la lucha senegalesa.
En Oceanía, Australia tiene como deporte madre al fútbol australiano y el rugby supera al fútbol en preferencia. Tavalu tiene como deporte nacional al kilikiti, que es similar al cricket.
El continente más variado en deportes es Asia. Hockey sobre hielo en Kazajistán y Mongolia, entre otros. Criquet en India, fútbol en Yemen, Laos y Uzbekistán. y Japón con su tradicional sumo.
Sea el deporte que sea, alrededor del globo todos los países tienen a uno que, en escasos casos es autóctono. La mayoría, si bien no los tiene establecidos por legistación, considera al juego más practicado como el deporte del país.
Sea autóctono o no, el deporte ayuda a las sociedades a unirse y a compartir valores.
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