El espacio atrofia los músculos espinales

El espacio atrofia los músculos espinales

El espacio atrofia los músculos espinales
11 Enero 2019

Los astronautas que han vivido en la Estación Espacial Internacional sufren reducciones significativas en tamaño y densidad de los músculos paraespinales del tronco a su regreso a la Tierra, informa DPA. Algunos cambios en la composición muscular todavía están presentes hasta cuatro años después de un vuelo espacial de larga duración, se desprende de una nueva investigación realizada por Katelyn Burkhart, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y sus colegas.

“Los cambios inducidos por los vuelos espaciales en la morfología del músculo paraespinal pueden contribuir al dolor de espalda comúnmente reportado en los astronautas”, afirma el estudio, publicado en la revista Spine. Los músculos del tronco muestran un área disminuida y aumento de tejido graso después de, en promedio, unos seis meses en el espacio

Para algunos músculos, los cambios en el tamaño se relacionaron, al menos en parte, con la cantidad y el tipo de ejercicio que los astronautas realizaron mientras estaban en gravedad cero: ejercicio de resistencia o ciclismo. Estudios previos de astronautas ya habían relacionado el vuelo espacial con la atrofia muscular. Muchos astronautas experimentan dolor lumbar durante e inmediatamente después de las misiones espaciales, y parecen correr un mayor riesgo de hernia de disco espinal.

El nuevo estudio es el primero en medir los cambios en el tamaño y la densidad de los músculos paraespinales individuales. Los resultados muestran que el tamaño muscular vuelve a la normalidad después de la recuperación de la Tierra, pero que algunos cambios en la composición muscular, en particular el aumento de la infiltración de grasa, pueden persistir durante al menos algunos años.

Algunos de los cambios en el músculo paraespinal parecen verse afectados por el ejercicio, lo que sugiere posibles enfoques para prevenir los efectos adversos del vuelo espacial prolongado sobre la salud y el funcionamiento de la columna. El estudio concluye que estos resultados se pueden usar para guiar futuras contramedidas para mitigar las disminuciones en la morfología de los músculos del tronco y los déficits funcionales asociados”.

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