Visión del crédito

Visión del crédito

Conceptos de un ensayo de Juan Heller en 1944.

JUAN HELLER. El distinguido jurista pronuncia un discurso en 1934. Detrás, el interventor federal, general Ricardo Solá JUAN HELLER. El distinguido jurista pronuncia un discurso en 1934. Detrás, el interventor federal, general Ricardo Solá

A uno de los ensayos que publicaba en LA GACETA en 1944, el doctor Juan Heller (1883-1950) lo titulaba “En torno a la tragedia rural”. Entre otros aspectos, se refería al del “crédito bancario típicamente personal y que no considera otras razones que las del vencimiento y del pago, inaplicable en un medio esencialmente industrioso y agrícola como el de Tucumán”.

Apuntaba que “todos hemos visto y hemos participado, en ocasiones, de esas facilidades del crédito moderno. Todo se compra a crédito: la casa habitación, el confort, la salud y … ¡hasta el descanso final!”. Apuntaba que en una graciosa obra de teatro inglesa, aparecía un joven hogar donde todo se compró a crédito, “resultando que hasta el primer hijo del matrimonio no es entero de los padres, pues falta pagar aun algunas cuotas al médico, a la partera y al comercio que vendió la cuna y el ajuar”.

Así, “de un medio de progreso, el crédito se cambia entonces en instrumento de corrupción y decadencia. Para que sea eficaz, debe consultar otro interés que no sea el inmediato de prestamista y deudor. La ganancia del primero ha de ser legitima y cierta. La satisfacción del segundo también ha de ser razonable y efectiva. Precisa, por tanto, el crédito agrícola, garantía suficiente; destino apropiado a la importancia de los fundos y su explotación; que el préstamo sea técnica y económicamente conveniente a los fines que se otorga, y la vigilancia o contralor de su empleo. Todo destino suntuario, como el frecuente de automóviles y otros lujos (lo que el vigoroso modismo castellano llama ‘labrador de capa negra’), no le pertenece, por lo menos en explotaciones de relativo limite”.

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