Bianchi y toda la calentura: “es una vergüenza”

El horno no estuvo para bollos, ni al final del partido ni después de pasar por las duchas del camarín visitante en casa de Defensa y Justicia. Lo que sobró entre los jugadores de Atlético, los que vienen con rodaje de años en el club y también con los que recién llegaron, fue bronca. Toda condensada hacia un mismo personaje, el de las pesadillas del plantel, el de los errores garrafales: el árbitro Fernando Espinoza.

“Es evidente que tiene algo en contra de nosotros. No es la primera vez que lo hace. Lo de Estudiantes había sido una vergüenza. Esto también. Con estos árbitros no se puede seguir. Después la Superliga dice que pone las cosas en su lugar”. Bruno Bianchi escupía fuego por la boca frente a las cámaras de la TV. A lo que el nicoleño se refería cuando nombró al “Pincha” fue al penal que Espinoza le cobró a Lucchetti en tiempo de descuento, en abril de 2016, en lo que fue el regreso de Atlético a Primera. Iban 2-2 y con ese resultado el “Decano” se mantenía en el lote de los cinco clasificados directos a la Copa Libertadores 2017. Según el árbitro, “Laucha” bajó al juvenil Nicolás Tempone, algo que nadie alcanzó a observar. Jonathan Schunke tomó la posta pero Lucchetti le atajó su disparo. Espinoza repitió el penal por adelantamiento. Repitió Schunke y no falló. Escándalo.

Ayer tampoco hubo infracción de Guillermo Acosta sobre Lisandro Martínez. Más bien pareció ser falta de Martínez sobre “Bebe”, que luego fue expulsado. “Le dijo que se de vuelta y le sacó la roja. Hay algo personal”, deslizó molesto José San Román, sobre la roja al bandeño y sobre el penal que los dejó sin la victoria.

“¿Enojado? ¿A vos qué te parece?... con el penal que nos cobra”... Ricardo Zielinski perdió el eje de la serenidad y fue a los tobillos. Sin anestesia. “Nos da mucha bronca. Nos sacaron dos puntos que teníamos ganados. Es una vergüenza el penal; era falta al revés”, disparó el “Ruso”. ¿Si intentó hablar con el árbitro? “No. ¿Para qué?”.

En Florencio Varela había empezado a lloviznar. Lo curioso era ver a los jugadores de Atlético a un paso veloz hacia el ómnibus. Cada gota de agua que les caía del cielo se evaporaba. Lo mismo con el presidente Mario Leito. “En 15 años que tengo de dirigente de fútbol, jamás entré a un vestuario, menos para hablar con un árbitro. Esta vez sí lo hice. Espinoza no debe conocer ni mi cara, pero entré a la zona de vestuarios y le dije que se había equivocado. Y que no es la primera vez”, sostenía el dirigente, quizás el más sereno de toda la delegación.

“No hay algo en contra de Atlético, pero es la segunda vez que nos pasa”, agregó el directivo, miembro de la mesa chica de la Superliga. ¿Presentará Atlético una queja formal? Es posible. “Hablé con gente de Defensa y me dijeron que no era penal. Tengo reuniones en la Superliga la próxima semana. Hablaré del tema”, anticipó Leito.