Ante un auditorio colmado, se presentó el libro que rinde tributo a “Chivo” Valladares

Ante un auditorio colmado, se presentó el libro que rinde tributo a “Chivo” Valladares

“Es y será siempre el pilar fundamental de nuestra música”, señaló Gustavo Guaraz, quien presentó la obra junto a su autor.

25 Julio 2018

Ante un auditorio colmado, entre los que se encontraban varias figuras del folclore y la cultura de Tucumán, se presentó anoche, en el Centro Cultural Virla y en el marco del XX Julio Cultural Universitario, el libro “Rolando Valladares: Un Chivo con alma de vidala”, escrito por Roberto Espinosa y editado por LA GACETA.

“No se puede separar la obra del hombre. Y este libro no sólo retrata a un compositor en todo su esplendor, sino que también transmite sus enseñanzas”, destacó el músico y periodista Gustavo Guaraz, quien fue el encargado de presentar la publicación, junto al mismo Espinosa.

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El tucumano Valladares que es uno de los autores clave en la música popular, nació hace un siglo, el 10 de marzo de 1918, y murió el 12 de septiembre de 2008. Con ese motivo y para realizar un aporte a nuestra cultura, LA GACETA decidió publicar este libro. “Don Rolando es y será siempre el pilar fundamental de nuestra música”, enfatizó Guaraz, quien relató varias anécdotas sobre sus encuentros con el compositor tucumano. “En esta publicación encontramos muchas huellas de ese camino que conduce a la esencia de nuestra cultura, a ese barro original de las acequias y de las vidalas”, expresó.

Guaraz recordó también a Valladares como parte de esa camada privilegiada de creadores, entre los que mencionó al taficeño Osvaldo “Chichí” Costello, al salteño Gustavo “Cuchi” Leguizamón (del que LA GACETA también publicó un libro en 2017), de Juan Falú, de Luis “Pato” Gentilini (presente en el auditorio) y de los hermanos Pepe y Gerardo Núñez. “Ellos han construido nuestra música, pero el pilar fundamental fue y será don Rolando”, culminó.

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Posteriormente, Espinosa narró sorprendentes detalles de la personalidad de Valladares y contó que lo conoció de niño, cuando lo vio actuar en una velada de la Peña “El Cardón”.

“Era un hombre tímido, que amasaba las cosas interiormente. No era una persona ‘repentista’; trabajaba mucho sus letras. El no se consideraba un poeta, pero creó canciones muy buenas. Y, sobre todo, trabajaba mucho las melodías”, relató. Y agregó: “él hablaba siempre del canto. Y decía que el intérprete, canta una letra y que esa letra debe estar en su interior. Si no la procesó, no podrá transmitir nada. Por eso hablaba de esa comunión, de ese entrelazado que es fundamental para que la obra se convierta en un todo”.

Espinosa contó también que el “Chivo” tenía esa sabiduría que otorga la observación. De hecho Valladares trabajaba en el Instituto Lillo. “Era el encargado de limpiar los huesos de dinosaurios y también de clasificarlos. Y trabajó junto al paleontólogo José Bonaparte, lo que le dio una particular destreza en materia de observación. Eso se reflejaba hasta en los chistes que hacía”, contó Espinosa.

Además, tenía una manera muy particular de percibir la realidad. “El siempre decía que era como rata de albañal, porque vivía encerrado en su casa. Nunca transó con el mercado. No componía lo que había que componer o lo que vendía más. Él trabajaba su obra de acuerdo a lo que sentía y también a su necesidad espiritual; con esa manera de rumiar las cosas que era natural en su personalidad”, añadió.

A la hora de componer también tenía su particularidad. “No se sujetaba a un ritmo, porque decía que eso lo ataba. Él trabajaba la melodía pero decía que era un negado para la chacarera”, declaró Espinosa, quien agregó que aprendió mucho de esos encuentros con Valladares. “Hoy en día, con la tecnología, se está perdiendo un poco eso que practicaba el “Chivo” de rumiar la realidad y de reflexionar sobre las cosas que vivimos”, culminó.

Tras las palabras de Espinosa, se presentaron la cantante Carolina Sad Tejeda y el guitarrista Carlos Podazza, quien también contó una breve anécdota que tuvo con el “Chivo”.

El libro fue diseñado por Fernando Pratesi y la corrección de pruebas fue realizada por María Eugenia Salvatierra.

En este homenaje a Valladares, participaron Luis Gentilini, Carlos Di Fulvio, Liliana Herrero, Suna Rocha, Violeta Hemsy de Gainza, Juan Falú, Lorena Astudillo, Leopoldo “Teuco” Castilla, Gerardo Núñez, Ricardo Kaliman, Fabiola Orquera, Rubén Cruz, Lucho Hoyos, el Mono Villafañe, Viviana Taberna y Néstor Soria, entre otros autores y cantantes de nuestra provincia.


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