Sencilla y breve, sin fastuosidad

Sencilla y breve, sin fastuosidad

Los rusos demostraron que se puede hacer una ceremonia sencilla y breve; ni fastuosa ni suntuosa. Y salir bien parado. Bastaron cuatro temas de Robbie Williams (un jugador de fútbol frustrado, vale recordar), la entrada triunfal en una especie de carroza con la forma de un ave de la soprano Aida Garifullina, para ocupar gran parte de los casi 20 minutos que demoró la inauguración.

El estadio Luzhnikí de Moscú se movió al ritmo del tema “Rock Dj” cuando Williams lo cantó en el costado de la cancha. Antes había interpretado “Let Me entertain You”, “Feel” y, junto a la soprano, el famoso “Angel”.

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Mientras, las banderas de las 32 selecciones participantes comenzaron a desfilar. La coreografía y la alegría del público generaron una buena atmósfera.

Pero tal vez lo que más impactó fue el escenario construido con la forma de una media pelota. Esa realidad “real” compitió con la virtual. Porque ese escenario y la construcción digital de pelotas y franjas sobre la cancha, fueron los datos más llamativos. Las imágenes que se generaron sobre el mismo estadio no pasaron inadvertidas.

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Antes, se pudo ver a pianistas, violinistas y un arpa que dieron un tono clásico, así como la mascota Zabivaka le puso alguna simpatía.

Verde y rojo fueron los colores dominantes en la fiesta, con la presencia abrumadora de mujeres y coreografías desafiantes. Pero sin atuendos extraordinarios.

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