12 Enero 2018
Tras el golpe que sufrió en la última Libertadores ante Lanús, River experimentó varias consecuencias. Al principio fue el bajo nivel futbolístico y le siguieron algunas peleas como la del manager Enzo Francescoli con Javier Lux. Quizás la última reacción se esté viviendo justo ahora: el desembolso de casi 20 millones de dólares para armar el equipo de 2018.
El razonamiento de la dirigencia es el siguiente: no se puede volver a fallar y para eso, necesitamos a los mejores.
Es por eso que no tuvo reparos en gastar 18 millones de dólares -por ahora- en lo que va del verano y sólo entre dos jugadores: los 11 que pusieron por Lucas Pratto y los siete (entre su pase y la cláusula de rescisión) por Franco Armani, que justamente ayer puso la firma que tanto se demoraba por cuestiones bancarias entre su ex club, Atlético Nacional y el “Millonario”.
“En otro momento hubiese sido imposible pagar lo que pagamos por Pratto. Es parte del mercado. Vendimos a (Lucas) Alario y (Sebastián) Driussi en sumas importantes. Los números asustan un poco, pero es la realidad”, aseguró Francescoli al ser consultado por la política económica del club en los últimos tiempos.
En total, esas ventas le dejaron 33 millones de dólares, para que Rodolfo D’Onofrio cumpla los deseos de Marcelo Gallardo.
Porque en el mercado anterior tampoco se anduvo con muchas vueltas: terminó gastando poco más de 20 millones para hacerse de los servicios de Ignacio Scocco, Javier Pinola, Enzo Pérez, Rafael Santos Borré, Nicolás De La Cruz y Marcelo Saracchi.
El excelente presente económico del club (posee un activo de casi 900 millones de pesos según diario “La Nación”) también contribuye a que River gaste como lo viene haciendo en los últimos años. Para colmo, no se retiró del mercado y seguirá comprando. (Especial)
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