Ganaderos del NOA: “tenemos que adaptarnos a los recursos forrajeros y al clima”

Ganaderos del NOA: “tenemos que adaptarnos a los recursos forrajeros y al clima”

Juan Elizalde planteó las alternativas que tienen los ganaderos del NOA para alimentar a sus planteles

23 Septiembre 2017

El asesor privado Juan Elizalde inició su disertación recordando que en ganadería hay que adaptarse a los recursos forrajeros y por lo tanto al clima.

Así, el especialista recordó que en el Noroeste Argentino (NOA) existen sistemas simples de producción de pasturas: con seis meses de lluvias entre noviembre y mayo, los forrajes megatérmicos tienen un gran potencial de producción, pero solo para seis meses.

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“Entonces, los productores deben guardar ese recurso para el resto del año, donde ese productor deberá definir el porcentaje que consumirá y el porcentaje que dejará para el invierno, que uno nunca sabe cómo vendrá”, reconoció Elizalde en su análisis.

Entonces -agregó- “tengo un manejo simple pero complejo, y no tengo muchas alternativas para alimentar al ganado”. “La ventaja es el gran potencial de producción de forraje sobre la base de las lluvias”, destacó, pero también reconoció que “la desventaja es la inestabilidad del sistema”. “Entonces, hay que saber cuál es la eficiencia de conversión”, señaló.

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En el NOA, continuó, las pasturas megatérmicas se pueden diferir para utilizar en junio-noviembre. En estos casos, se requieren 80 kg de materia seca para producir un kg de carne en el ciclo completo, mientras que en la región pampeana, por ejemplo, donde los forrajes se consumen a medida que crecen, sólo se requieren 44 kg de materia seca por kg de carne.

“Entonces, en el NOA tenemos casi el doble de ineficiencia en la transferencia, al tener que diferir y no consumir ese pasto que tengo en el campo y guardarla para el momento de carencias”, dijo.

Entonces, “para producir 1 kg de animal como en la Pampa Húmeda, tengo que producir de pasto que hago ahora”, insistió.

Las alternativas

Frente a esta limitante, planteó como alternativas la inclusión de un suplemento proteico en otoño-invierno, o los corrales de recría, que ocuparían el lugar del diferido en el invierno.

A) ¿Qué tengo que hacer?: aumentar la preñez, concentrar las pariciones, destetar la mayor cantidad de kilos posibles y producir un destete precoz (cuando ese pasto no aparece para la vaca).

En el NOA hay pasturas megatérmicas con lluvias que oscilan entre los 400 y 2.000 mm. Entonces, ¿cuál es la estrategia?: suplementación invernal para el diferimiento y para cubrir el aprovechamiento de fibra.

B) Suplementos proteicos: se utiliza semilla de algodón, pellet de chía, pellet de soja, burlanda seca, speller de algodón, y otros.

Entonces, haciendo “diferido y a campo, obtengo 1,5 cab/ha”; pero si hago “corral y campo, obtengo 4 cab/ha”, para la venta.

De 1,5 cabeza/ha en primavera, se puede pasar a 4, comiendo todo el pasto en este período de gran crecimiento. Esto implica que el margen bruto por hectárea pase de U$S 70 a U$S 300.

C) Otra opción es encerrarlos a corral, donde puedo terminarlos mejor y obtener un mayor margen bruto de unos U$S 569/ha, donde la potenciación del maíz es fundamental.

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