De brillar con Gene Kelly a los shows en Las Vegas

De brillar con Gene Kelly a los shows en Las Vegas

La leyenda del cine consiguió la fama a los 19 años en “Cantando bajo la lluvia”; “Behind the candelabra” fue su último gran trabajo.

PARA EL RECUERDO. Reynolds, entre Gene Kelly y Donald O’Connor.  PARA EL RECUERDO. Reynolds, entre Gene Kelly y Donald O’Connor.
30 Diciembre 2016
“Con Debbie Reynolds se va una de las últimas integrantes de la realeza de Hollywood”, afirmó William Shatner a la BBC en referencia a que la actriz fue una superestrella en un universo dorado que ya no existe. Reynolds dominaba el musical y tenía mucho talento. Sin embargo, era hija de un carpintero de El Paso (Texas) y tuvo que trabajar duro para llegar al estrellato, destaca DPA.

Todo empezó cuando la rubia ganó un concurso de belleza y la Warner Brothers se fijó en ella, pero al poco tiempo le cerró las puertas. Entonces llamó a la competencia, la Metro-Goldwyn-Mayer, y ganó.

Tras varios papeles menores, el éxito llegó gracias a Gene Kelly: el actor, bailarín, cantante, coreógrafo y cineasta reconoció las dotes de la artista nacida como Mary Frances. En “Cantando bajo la lluvia” (1952), Kelly protagonizó una de las escenas más famosas del género, que la convirtieron en un clásico.

De la noche a la mañana, Reynolds era una estrella con apenas 19 años. Pese a las clases de baile, la película supuso todo un desafío hasta el límite de sus fuerzas: décadas después aún recordaba cómo le dolían los pies hasta salirle sangre durante los tres meses de ensayos. Luego participó en decenas de películas, entre ellas comedias y thrillers, pero el musical siempre fue su fuerte. “La inhundible Molly Brown” (1964) y “Divorcio al estilo americano” (1967) le valieron nominaciones tanto a los Globos de Oro como a los Oscar, y con “Tammy, la flor de los pantanos”, el tema central de la película homónima de 1957, se alzó con un Disco de Oro.

En TV disfrutó de su propia serie, “The Debbie Reynolds Show” (1969), además de participar en series como “Will & Grace” (2000), señala El País.

La vida por el show

Gracias a su carisma consiguió ya en sus años maduros varios papeles de reparto. En 1992 realizó una pequeña aparición en “El guardaespaldas”. Y en 2013 estuvo estupenda en el papel de Frances, la madre de Liberace en el biopic de HBO, “Behind the candelabra”, dirigida por Steven Soderberg, junto a Michael Douglas y Matt Damon. Fue su última aparición en la pantalla.

Además de su labor como actriz, Reynolds hizo carrera en los negocios, fundando su propia escuela de baile y construyendo un casino en Las Vegas. Había cumplido 83 años y seguía trabajando allí, en shows espectaculares, para preocupación de su hija Carrie Fisher, quien falleció un día antes que su madre.

Coleccionista y filántropa

Además, será recordada como una de las principales figuras en conservación del Hollywood de antaño, preservando una de las mayores colecciones de vestuarios de la industria. Adquirió unos 5.000 trajes y recuerdos del Hollywood clásico, entre ellos el bombín de Charlie Chaplin, una vaporosa falda de Marilyn Monroe y el atuendo que Richard Burton lució en “Cleopatra”.

Reynolds recibió en 2015 el premio del Sindicato de Actores (SAG) a la trayectoria. Luego obtuvo el galardón humanitario Jean Hersholt, que le concedió la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood por su labor de ayuda en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales mediante la Fundación Thalians.

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