La actuación del árbitro despertó polémica fuera de la cancha

SALTA (De nuestro enviado especial) Uno de los primeros y más importantes preceptos que se enseñan en el rugby es el de que “el árbitro siempre tiene la razón”. Tan humano y falible como cualquiera de los 30 jugadores que lo rodean, el referee goza de una presunción de veracidad indispensable para evitar que cada partido sea una interminable sucesión de protestas. Sin embargo, la actuación de Jerome Garcès en el duelo entre Pumas y Springboks dejó mucho que desear. El francés le cobró hasta lo que no era a Los Pumas, mientras que fue escandalosamente contemplativo con el juego sucio de los sudafricanos, al punto de dejar sin sanción el evidente tackle alto de Oupa Mohoje que dejó nocaut a Juan Martín Hernández. Ello le valió el repudio del público, que lo insultó desde los cuatro costados y una tremenda repercusión en redes sociales.

Daniel Hourcade se mostró en desacuerdo con esta actitud. “El árbitro es un jugador más y tiene aciertos y errores como tiene cualquier jugador. No nos compete ponernos a calificar su actuacion, habrá acertado y se habrá equivocado, pero eso no justifica los insultos”, dijo. Y continuó: “me parece muy mal que la gente insulte, que silbe al pateador rival. Después hay reclamos de la disciplina del equipo, pero ya lo dije mil veces, la disciplina es de todos. tenemos que aprender a ser más educados, a no silbar al árbitro, por más que se equivoque. Es una falta de respeto, tenemos mucho que aprender”, reclamó “Huevo”.