Boca agregó otra estrella

Boca agregó otra estrella

El “Xeneize” le ganó el título a Central porque fue práctico y el juez se equivocó a su favor. Los goles.

CERCO. Musto le cierra el paso con una pirueta a Tevez, que intenta hacerse del balón en el mundialista “Mario Alberto Kempes”. El “Apache” no fue tan letal anoche.
CERCO. Musto le cierra el paso con una pirueta a Tevez, que intenta hacerse del balón en el mundialista “Mario Alberto Kempes”. El “Apache” no fue tan letal anoche.
Los del bando ganador habrán festejado a costas de saber que el primero de sus dos gritos en la final con Rosario Central en Córdoba no bajó del cielo sino del silbato del árbitro Diego Ceballos.  Boca se proclamó campeón de la Copa Argentina y lo hizo porque supo aprovechar el grosero error  del juez y también la desesperación de su enemigo cuando el cronómetro se convirtió en aliado del “xeneize”.

El 2-0 del nuevo monarca del torneo más federal del país es difícil de analizar, a partir de que su estocada inicial llegó por una pifia del árbitro. Ceballos cobró un penal por falta de Paulo Ferrari a Gino Peruzzi. La falta fue fuera del área. Esa jugada cambió el destino de la final.  

Su falla le costó el 1-0 en contra al “canalla” (gran ejecución de Lodeiro, firme a un palo) y, además, que el partido se ubique a favor de un bando, cuando parecía destinado a la definición desde los 12 pasos tras, los 90 minutos. 

Es verdad que al toque del gol “xeneize”, Agustín Orion salvó a su equipo tras un violento cabezazo de Marco Ruben con destino de ángulo. 

Pero también es cierto que lo hecho por Central no fue suficiente  para romper el cero de su contrario. En cambio, Boca sí intentó más y con acierto. Supo trasladar la pelota de una punta a la otra, sin brillar, pero asegurando el pase. Intentó hacerse fuerte a partir de la triangulación de sus partes o  de alguna corajeada de Carlos Tevez, que ganó tantas pelotas como perdió. Su premio fue haberlo probado todo.

El “canalla” también intentó imponer su credo. Por vía aérea dominó, pero hasta cierto punto. Hizo todo bien menos llevar la pelota dentro del arco de Orion. Y eso que en cada balón parado a su favor en el área de los de La Ribera, los cabezazos fueron suyos.

Desde hoy y hasta vaya a saber cuándo, se hablará del penal cobrado por Ceballos y del gol no cobrados por off side al perdedor, aunque ahí estuvo bien ahí el juez.  

También se hablará de que Central volvió a remar sin llegar a la orilla y de que Boca, el reciente dueño del torneo de Primera, sumó una nueva corona en apenas tres días y jugando un fútbol que por momentos ilusiona a su hinchada, a la que seguro poco le importó saber que Ceballos ayudó a su equipo con un penal traído de su silbato. 


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