Una aventura inesperada para alentar a Los Pumas en semifinales

Una aventura inesperada para alentar a Los Pumas en semifinales

Manfredo Aguirre, de Tucumán Rugby, armó un viaje en dos días

¡LLEGUÉ! Manfredo en Twickenham con la camiseta que le prestó Julio Farías. Fotos de Manfredo Aguirre ¡LLEGUÉ! Manfredo en Twickenham con la camiseta que le prestó Julio Farías. Fotos de Manfredo Aguirre
26 Octubre 2015
“Dicen que los mejores viajes son los que no estaban en los planes”, asegura Manfredo Aguirre, que cuando se quiso dar cuenta, ya estaba subido al avión que lo llevaría desde Buenos Aires a Londres pasando por San Pablo y Lisboa. Dos días antes, ni se imaginaba que vería la semifinal entre Los Pumas y Australia en una de las cabeceras de Twickenham.

“Mi hermana, María Inés, se casó con un escocés y vive en Londres. Ella me decía por whatsapp que no entendía cómo no estaba yo en Inglaterra, siendo que habían venido tantos tucumanos. En un momento me dice: te compré entradas. Venite. Así que me puse a buscar pasajes en todos los sitios de internet. Era impagable todo. Al final conseguí uno que duraba como 25 horas, pero no importaba. Llegué el sábado por la tarde, justito para ver la semifinal de los All Blacks con Sudáfrica”, cuenta Manfredo, ex manager de Tucumán Rugby, quien vistió una camiseta de Los Pumas 100 % original: “no tenía, así que Julio Farías me prestó una de las que él uso en el Rugby Championship”.

El viaje fue al mismo tiempo una oportunidad para visitar a la familia. “Además de mi hermana y mi cuñado están mis sobrinas, Iona e Inés. Esta última es mi ahijada y había venido a Londres para su nacimiento, pero ya pasaron 17 años de eso. Es lindo poder volver a ver a la familia. Y también ver el mejor rugby del mundo en el lugar donde nació”, destaca Manfredo, y asegura que ya tiene sus entradas para la final de bronce con Sudáfrica. “Me quedo hasta el 6 de noviembre, dos días después de mi cumpleaños. Va a ser un cumple diferente y atractivo”, señala.

Eso sí, dice que esta aventura express tendrá un costo extramonetario: “mi mujer Magdalena creo que me va a matar cuando vuelva, je. Le avisé que me venía a Londres después que compré los pasajes. Ella es bioquímica y está haciendo un doctorado en el Conicet, pero entre ella, mis suegros y mi hermano Álvaro se turnan para cuidar a los chicos y mandarlos al colegio. Entre todos ponen su granito de arena para que yo pueda darme este gusto”.

Comentarios