“Esta gente se equivocó”, dijo la madre del joven secuestrado

César Suppa declaró ayer a la mañana ante la fiscala Marta Mariana Rivadeneira y explicó de qué manera fue secuestrado el jueves a la siesta en Las Heras al 1.200. Ese hecho fue presenciado por vecinos de esa zona de Villa Alem quienes contaron cómo un grupo de sujetos que circulaba en dos autos redujo a la víctima.

Al mediodía, Julio César Suppa y Fernanda Pieroni -padres de la víctima- dialogaron con la prensa en la sede del fuero penal. “Esta es una experiencia que jamás hubiéramos pensado vivir. Fue un día muy triste para nosotros”, dijo Suppa. El hombre explicó que su hijo había salido a tomar una gaseosa con Abel, un amigo de la víctima cuyo apellido no trascendió.

Este joven también declaró en la Fiscalía I° y, según fuentes judiciales, explicó cómo los sospechosos redujeron a su amigo y de qué manera los persiguió en una moto, hasta que consiguió ver la patente de uno de los vehículos.

“Los chicos fueron a tomar una gaseosa. Lo secuestraron como a las 15.30 y a los 20 minutos un hombre me estaba llamando del celular de mi hijo para decirme que tenía que darles $ 6 millones si queríamos volver a verlo. ¡Pedían un rescate por mi hijo pero esa suma de dinero no la tenemos! Toda mi familia trabaja en una carnicería que tenemos en Las Heras y Matheu. No pagamos el rescate y aunque no sabemos por qué, lo dejaron cerca del kartódromo de El Timbó, desde donde caminó hasta conseguir un taxi”, agregó Suppa.

Según dijeron sus padres, la víctima estuvo maniatada durante las casi tres horas que duró este presunto secuestro extorsivo y lo mantuvieron apresado con la cabeza cubierta con una campera. El padre del joven dijo que la víctima fue llevada por distintos puntos de la capital, Banda del Río Salí y luego a El Timbó, donde lo liberaron.

“Este chico (por Abel) fue el que nos avisó. Ahí llamé al 911 y al párroco Luis Acosta de la iglesia San Roque. Él se comunicó con el obispo (Alfredo Zecca) que fue el que habló con José Farhat del ministerio de Seguridad. Gracias a ellos y a nosotros que nos movimos rápido mi hijo fue liberado”, concluyó.

Pieroni, en tanto, habló del reencuentro con su hijo. “Fue una situación muy dura. Pero somos creyentes y siempre tuvimos la esperanza de recuperarlo con vida. A las 21.30 llegó a la casa en un taxi. Esta gente se equivocó porque nosotros no tenemos problemas con nadie. No sabemos por qué pasó esto. Sólo sabemos que vivimos con mucha inseguridad”, remarcó.

María Rosa Tapia y Graciela Fernández viven en Las Heras al 1.200 y vieron cómo redujeron a Suppa. “Todo fue muy rápido. Pararon dos autos y bajaron corriendo y con pistolas en las manos. Lo atacaron a César y le gritaban diciéndole: ‘vamos, decinos dónde está la droga. Dame la droga. Vos sabés dónde está. Vos sos ‘Lido’. Después lo metieron en uno de los autos y se lo llevaron”, explicaron estas mujeres.

Dos sospechosos, un varón y una mujer, fueron detenidos el jueves en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus cuando intentaban escapar. Esta pareja circulaba en un Ford Focus que fue secuestrado. En ese vehículo iba también otro sospechoso que logró escapar.