16 Junio 2015
Hugo E. Grimaldi - Columnista de DyN
Es verdad que aún queda por hacer el pulido fino de la elección en Santa Fe, ya que incorporar de una 100.000 votos al conteo y pelear urna por urna los rubros de anulados, recurridos e impugnados llevará su tiempo. Sin embargo, como los más duchos en el escenario provincial se atreven a decir que hay pocas chances de que varíe el resultado final no parece arriesgado hacer un primer boletín de calificaciones que permita medir el desempeño político de cada fuerza y de sus representantes, con algún condimento de análisis que involucre el correlato nacional.
A esta altura, parece claro que, sea cual fuere el resultado final, lo más alto del podio de la elección santafesina se lo tiene que llevar el peronista Omar Perotti, un contador muy formado con pasado en organismos internacionales, conocedor de la industria láctea desde niño en los tambos y tres veces brillante intendente de Rafaela. Sin colgarse de las polleras de Cristina Fernández, o quizás por eso, este peronista tradicional y tenaz adversario político de Agustín Rossi, sumó casi 170.000 votos a los que había obtenido en las PASO, ganó en su terruño del Oeste y en las principales ciudades de la zona, en la Capital, feudo de Miguel del Sel y en Reconquista, en el norte y fue segundo en Rosario.
Perotti parece haber sido quien le restó chances definitorias a Del Sel, ya que recuperó el voto justicialista de los santafesinos, incluido los que tal vez salieron del Frente Renovador, que bajó su performance a la mitad, ya que Oscar Martínez sumo 66.000 votos, contra los 131.000 obtenidos en las PASO. Este viraje de los votantes massistas puede ser quizás una enseñanza para Mauricio Macri y sus asesores, a la hora de armar alguna alianza de última hora, antes de conformar las listas para las PASO. Pese a que el PRO tuvo en Santa Fe mayor cantidad de votos que en las primarias, a sus referentes les quedó un sabor más que amargo, sobre todo mirando hacia las presidenciales. (DyN)
Es verdad que aún queda por hacer el pulido fino de la elección en Santa Fe, ya que incorporar de una 100.000 votos al conteo y pelear urna por urna los rubros de anulados, recurridos e impugnados llevará su tiempo. Sin embargo, como los más duchos en el escenario provincial se atreven a decir que hay pocas chances de que varíe el resultado final no parece arriesgado hacer un primer boletín de calificaciones que permita medir el desempeño político de cada fuerza y de sus representantes, con algún condimento de análisis que involucre el correlato nacional.
A esta altura, parece claro que, sea cual fuere el resultado final, lo más alto del podio de la elección santafesina se lo tiene que llevar el peronista Omar Perotti, un contador muy formado con pasado en organismos internacionales, conocedor de la industria láctea desde niño en los tambos y tres veces brillante intendente de Rafaela. Sin colgarse de las polleras de Cristina Fernández, o quizás por eso, este peronista tradicional y tenaz adversario político de Agustín Rossi, sumó casi 170.000 votos a los que había obtenido en las PASO, ganó en su terruño del Oeste y en las principales ciudades de la zona, en la Capital, feudo de Miguel del Sel y en Reconquista, en el norte y fue segundo en Rosario.
Perotti parece haber sido quien le restó chances definitorias a Del Sel, ya que recuperó el voto justicialista de los santafesinos, incluido los que tal vez salieron del Frente Renovador, que bajó su performance a la mitad, ya que Oscar Martínez sumo 66.000 votos, contra los 131.000 obtenidos en las PASO. Este viraje de los votantes massistas puede ser quizás una enseñanza para Mauricio Macri y sus asesores, a la hora de armar alguna alianza de última hora, antes de conformar las listas para las PASO. Pese a que el PRO tuvo en Santa Fe mayor cantidad de votos que en las primarias, a sus referentes les quedó un sabor más que amargo, sobre todo mirando hacia las presidenciales. (DyN)
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