Atlético jugó incómodo en el segundo tiempo y casi pierde

Atlético jugó incómodo en el segundo tiempo y casi pierde

El "Decano" empató con Sportivo Belgrano, ante un de los peores equipos del torneo. Los goles.

AMAGUE. Bianchi se saca de encima (con clase) el asedio de un rival de Sportivo Belgrano durante el encuentro que el “decano” terminó empatando 1-1. foto de marcelo suppo (especial para la gaceta) AMAGUE. Bianchi se saca de encima (con clase) el asedio de un rival de Sportivo Belgrano durante el encuentro que el “decano” terminó empatando 1-1. foto de marcelo suppo (especial para la gaceta)
Si el día en la tranquila San Francisco fue un pedazo de primavera incrustada en medio del otoño, el partido de Atlético y su anfitrión, Sportivo Belgrano, tuvo 90 minutos de un rústico invierno en pleno verano. Así de descolocado quedó el equipo de Juan Manuel Azconzábal ante uno de los peores equipos del torneo contra el que terminó empatando 1 a 1.

El sol, uno de los grandes anfitriones en la pequeña ciudad al este de Córdoba, invitó a sus habitantes a las calles, plazas y parques. También pareció motivar al “decano” durante el primer tiempo: luego de acomodarse en su asiento en los primeros minutos, manejó el partido con situaciones y alguna que otra triangulación ofensiva que no llegó al gol porque sigue ausentándose la bendita “contundencia”.

La incomodidad inicial pudo haber respondido a las bajas imprevistas de Luis Rodríguez en las horas previas al partido y de Emanuel Molina, apenas comenzado el duelo, aunque Francisco Grahl tuvo un partido correcto.

Tras el entretiempo, el sol no salió del vestuario y al parecer secuestró las energías del visitante. Pocos equipos en este torneo se llevaron por delante a Atlético como lo hizo Sportivo Belgrano en la franja horaria de los 45 minutos hasta los 75’ de partido.

El gol de Alfredo Ramírez fue una consecuencia directa de aquello y Cristian Lucchetti debió salvar su valla para que la diferencia no sea mayor en ese lapso.

El gol de Grahl, tras un rebote en la defensa cordobesa, fue un efecto tardío de lo que habían generado el porteño junto a Juan Imbert en el primer tiempo, porque en el segundo, no parecía haber luz al final del camino.

Ni siquiera el empate frenó a Sportivo, que siguió provocando peligro en el área “decana”, que no tuvo a sus escuderos en su mejor día. Quizás todo haya comenzado un poco más adelante: la tarea defensiva de Franco Quiroga en el primer tiempo no fue la misma que en el segundo. Pablo Garnier sufrió casi en ambas etapas.

Las conclusiones del entrenador pueden ser vistas con dos lentes: uno dirá que traerse un punto de Córdoba es importante y el otro, que no ganarle a un equipo inferior es un pecado que un candidato al ascenso no puede permitirse cometer.

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