Lucas Mohamed partió con la misión de volver con el título de la C-2

Lucas Mohamed partió con la misión de volver con el título de la C-2

Que este viaje sea un placer fue el deseo del equipo del piloto de Yerba Buena.

TODO LISTO. Lucas Mohamed (con su hijo Selin subido al auto de juguete), Juan Lara (asistente técnico), Tin Noguera (colaborador del equipo) y Bruno Ruiz (mecánico), a minutos de la partida hacia Olavarría. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA TODO LISTO. Lucas Mohamed (con su hijo Selin subido al auto de juguete), Juan Lara (asistente técnico), Tin Noguera (colaborador del equipo) y Bruno Ruiz (mecánico), a minutos de la partida hacia Olavarría. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
10 Diciembre 2014
“Parece mentira que ya estemos cerca de la carrera. Este último mes es como si hubiera pasado muy rápido, con toda la tarea que había que hacer en el taller y en cuestiones promocionales. Y en medio de esta locura de ir y venir por todos lados, hasta me enfermé: contraje una gastroenteritis, producto de una bacteria por algo que comí. Incluso bajé tres kilos.” La natural predisposición de Lucas Mohamed al diálogo franco no decae ni siquiera ante la relevancia del desafío que está por enfrentar. A horas de salir a definir su suerte en el campeonato de la Clase 2 del Turismo Nacional en Olavarría, el yerbabuenense no descuida detalle y se dispone a salir a dar batalla.

El Mohamed Competición partió anoche con destino a la ciudad bonaerense, con la misión de encontrar una rápida puesta a punto en pista para el VW Gol, de manera que pueda pelear mano a mano con el Renault Clio del puntano Hanna Abdallah (puntero del certamen con seis unidades de diferencia), y también con el Peugeot 206 del bonaerense Adrián Percaz, el te rcero en discordia, aunque con chances acotadas.

“Además de la tarea propia del equipo en la previa de cada carrera, hubo que atender todas y cada una de las muestras de aliento de la gente. Fue impresionante ver lo prendida que está con esta chance que tengo. Seguro que voy a sentir que todos me acompañan cuando salga a acelerar”, dijo Lucas.

El auto fue terminado a tiempo. Dio muy buenos valores en la alineación y montará un motor que se usó dos veces en el año, repasado a nuevo en el taller de la calle Perú. A diferencia del que se venía usando, este otorga mayor confiabilidad, en tanto que mantiene su potencia. El coche llevará una caja de cambios de quinta con relación larga, algo habitual para carreras en circuitos de los llamados teceístas. “En trazados así me siento cómodo. Recuerdo muy buenas tareas en pistas como la de La Pampa y San Luis, por ejemplo. Así que por ese lado estoy tranquilo, conozco bien con qué herramienta cuento y en qué terreno se va a correr.”

Mohamed y su gente (su papá “Lito”, Juan Lara y Bruno Ruiz lo acompañan) decidieron partir ayer en la tarde-noche, para evitar lo máximo posible las altas temperaturas en el camino. El colectivo Mercedes Benz 1114 en el que se desplazan no cuenta con equipo acondicionador de aire. “El plan es llegar en la noche del miércoles, instalarnos en el ‘Hermanos Emiliozzi’ y tratar de hacer todos los aprestos con tranquilidad. Después todo se acelera, pero va a ser una cosa natural. Una definición de campeonato es así y estoy dispuesto a vivirlo con intensidad”, concluyó Lucas.

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