Los 150 años del Colegio Nacional Bartolomé Mitre

Los 150 años del Colegio Nacional Bartolomé Mitre

Los aniversarios centenarios se potencian aún más cuando se trata de instituciones en cuyo seno se ha formado una buena parte de los miembros de una sociedad y de las que han salido figuras que luego prestigiaron a una comunidad y al país. El Colegio Nacional “Bartolomé Mitre”, que es uno de los más antiguos del país y el más viejo de Tucumán, en poco más de un mes festejará los 150 años de su creación.

La historia se remonta al 9 de diciembre de 1864, cuando el entonces presidente Bartolomé Mitre firmó el decreto por el cual bajo la denominación de Colegio Nacional de Tucumán, se establecía una casa de educación científica preparatoria, en que se cursarían las letras y humanidades, las ciencias morales y las ciencias físicas y exactas. El decreto designaba rector interino al doctor Uladislao Frías. El establecimiento se inauguró el 1 de marzo de 1865, con 61 alumnos externos y 12 internos y su primer rector fue Benjamín Villafañe. La sede ubicada en Muñecas al 800, frente a la plaza Urquiza, fue inaugurada en 1914, es decir que está cumpliendo un siglo.

En su “Memoria” de 1909, el rector Sisto Terán cuenta que cuando se instaló, “no existía en Tucumán ningún establecimiento de educación secundaria. Sólo había escuelas de instrucción primaria sujetas a programas muy limitados y a métodos muy rutinarios”. Agregaba: “se enseñaba, en los dos conventos de las órdenes religiosas, Filosofía, Latín, Teología y algunas otras materias, habiendo concurrido con buen éxito a sus aulas algunos jóvenes que después han desempeñado un importante papel en la sociedad”. Pero “esas clases tenían por principal objeto el estudio de las ciencias sagradas”: preparaban sólo para el sacerdocio, y sus exámenes no eran reconocidos en las Universidades de Córdoba o de Buenos Aires: por eso era “reducidísimo el número de personas que las frecuentaban”. La primera camada de bachilleres egresó en 1869.

Entre los egresados notables, se encuentran Benjamín Paz, Benjamín Matienzo, Juan B. Terán, Silvano Bores, Tiburcio Padilla, Miguel Lillo, Julio Prebisch, Celestino Gelsi, Víctor Massuh y César Pelli. Un hecho significativo se produjo el 12 de octubre de 1988, cuando se inauguró el observatorio astronómico, un emprendimiento educativo llevado a cabo por la cooperadora que aportó el 80% de la inversión; y el 20% restante lo puso la Dirección de Arquitectura de la Nación. Dejó de funcionar hace años y su cúpula se encuentra deteriorada. Actualmente, en sus dos turnos, el Nacional cuenta con 2.632 alumnos.

Sería interesante que las celebraciones estuvieran a la altura de un aniversario de esta magnitud. Por ejemplo, se podría encarar la restauración de la centenaria sede, realizar un documental que recreara la historia e incluyera testimonios de los egresados que aún viven, así como actividades culturales y deportivas a lo largo del año, que abarquen charlas a cargo de los graduados destacados, de investigadores de la UNT, exposiciones, encuentros con poetas, pintores y recitales musicales. Sería interesante que se estimulara en el seno de esa comunidad educativa la creación de elencos teatrales o de un coro que incluyera también al Liceo. De ese modo, se estimularía a los alumnos y acaso a algunos podría servirles para definir su vocación. No se cumplen 150 años todos los días.

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