Matías Rinaudo: Siempre listo

El corazón late fuerte. Son horas decisivas. San Martín está a las puertas de jugarse la vida por un pasaje a semifinales del torneo del que quiere salir para siempre. Pero Matías Rinaudo hace una pausa en la vorágine. Respira profundo y... Se pone en papel de perfecto analista. El volante habla sobre una situación que a todo futbolista incumbe: la continuidad dentro del 11 titular.

“Tuve técnicos que no se cansaban de repetirme que hay que prepararse para el momento más difícil. Uno puede estar sentado en el banco siempre, y justo te toca entrar en momentos clave (como los de ahora), y hay que estar listo”. Matías estaba avisado. El pasado, quizás anticipándose a su realidad en La Ciudadela, le dio las herramientas para hoy desenvolverse con calma.

“Soy un convencido en que si el jugador no tiene continuidad es muy difícil que agarre ritmo. Vos podés prepararte físicamente, podés entrenar un millón de cosas con la pelota y tácticamente. Todo lo que quieras… Pero si no tenés continuidad en partidos, jugando los fines de semana (hablamos de regularidad dentro de la cancha, minutos y timing con la pelota) es muy difícil poder entrar bien al equipo”, resume el volante que dejó los malos tiempos en el camino y jugó de titular cuarto de los últimos cinco partidos (“Juventud”, la serie contra Libertad de Sunchales y Defensores de Belgrano de Ramallo), algo que desde que llegó a la provincia jamás había logrado, por lesiones graves o decisiones de los DT de turno.

“Pasaron momentos donde no pude alcanzar el ritmo que hoy tengo. Eso es lo que quería, es por lo que entrené. Me costó mucho por las lesiones y no la quiero desaprovechar”, sueña a la espera de la revancha con Juventud Unida de San Luis.

¿Que Rinaudo hacía la diferencia cuando entraba desde el banco y no tanto cuando aisladamente le tocaba ser parte del 11? El volante del carril derecho entiende la pregunta porque jamás estuvo ajeno a aquellas opiniones de la tribuna y sus alrededores, pero ahora que tiene la chance de volver a figurar lo que quiere, sobre todo, es explotar para bien de San Martín: “porque un jugador con buenas condiciones es útil, y si tiene continuidad es aún mejor”.

Que la meta esté tan cerca motiva a cualquiera. Desde aquellos que no se imaginaron llegar tan lejos, como Juventud Unida de San Luis, hasta los que juegan este torneo con la obligación de salir de él cuanto antes, como San Martín. Entonces, de los dos lados, la misión es una: ganar para avanzar y soñar con la segunda plaza a la B Nacional.

Por eso la parada para San Martín mañana no será nada fácil. “En estas instancias todos los rivales son difíciles. Todos quieren ganarle a San Martín. Somos el grande de la categoría. Entonces, enfrentemos a quien enfrentemos tenemos que sacar esa chapa y demostrar por qué estamos acá”, comentó Rinaudo, anticipando un duelo clave en La Ciudadela.

El volante, como el resto del plantel, se entrenó ayer en el estadio pensando en el triunfo que los depositará en las semifinales del torneo (no hay pistas del 11) y pensando en que La Ciudadela debe volver a ser suelo “santo”, algo que a lo largo del torneo costó horrores y en los últimos partidos pudo lograrse. “Bienvenido sea eso en estas instancias, donde lo más decisivo es estar fuerte de local. Tener nuestra gente a favor es lo mejor”, sueña Rinaudo.