Por Nicolás Iriarte
31 Marzo 2014
Las siguientes líneas tienen por objetivo explicar porqué ganó River. Algo que ni los propios hinchas pueden hacerse entender a sí mismos. No porque el triunfo no haya sido merecido, no. River ganó, a pesar de las quejas del arbitraje, merecidamente.
“¡Te ganó Funes Mori!”, es la cargada por estas horas. Ramiro, mellizo del siempre criticado Rogelio, es utilizado como chanza. Claro, después de reírse de él, su hermano, el padre y toda la familia, no es posible admitir que esta vez, la familia Funes Mori tiene las de ganar.
Todo lo contrario: lo que debería ser una pequeña autocríctica y un indulto a quien acaba de posibilitar un triunfo en La Bombonera tras 10 años, se transforma convenientemente, en una chicana al primo, aprovechando la supuesta deficiencia -incluso genética- para jugar al fútbol de su propio jugador.
El lateral se tuvo fe, fue hasta el área rival y cabeceó como ni Fernando Cavenaghi ni Teófilo Gutiérrez pudieron hacerlo y por donde entró, da la sensación que aún con Agustín Orión bajo los tres palos hubiese sido gol.
River ganó por Funes Mori y aquí no hay ironía. Estará lejos está de ser un crack pero hoy, se merece algo más que ser objeto de burlas.
“¡Te ganó Funes Mori!”, es la cargada por estas horas. Ramiro, mellizo del siempre criticado Rogelio, es utilizado como chanza. Claro, después de reírse de él, su hermano, el padre y toda la familia, no es posible admitir que esta vez, la familia Funes Mori tiene las de ganar.
Todo lo contrario: lo que debería ser una pequeña autocríctica y un indulto a quien acaba de posibilitar un triunfo en La Bombonera tras 10 años, se transforma convenientemente, en una chicana al primo, aprovechando la supuesta deficiencia -incluso genética- para jugar al fútbol de su propio jugador.
El lateral se tuvo fe, fue hasta el área rival y cabeceó como ni Fernando Cavenaghi ni Teófilo Gutiérrez pudieron hacerlo y por donde entró, da la sensación que aún con Agustín Orión bajo los tres palos hubiese sido gol.
River ganó por Funes Mori y aquí no hay ironía. Estará lejos está de ser un crack pero hoy, se merece algo más que ser objeto de burlas.
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