Trabajador full time
BUENA ONDA. César More en su ”Despensa y fiambrería San Nicolás”. BUENA ONDA. César More en su ”Despensa y fiambrería San Nicolás”.
“Qué viajecito largo que hacés todos los días hasta el Complejo”, es el mensaje de LG Deportiva vía celular aún en camino al barrio de César More (en la Banda del Río Salí), donde espera la nota el día después a su gloria. Con un “¿Ah, viste?”, contesta cara a cara en la bienvenida, unos cuantos minutos después. “La verdad que en colectivo es un viaje largo para ir a entrenar todos los días. Pero por suerte ahora ‘Maxi’ (Martínez) me puede buscar de una estación de servicio cerca, y nos vamos los dos”, cuenta un este “santo” sacrificado dentro y fuera del campo.

San Martín arranca una semana tranquila y de esperanza, en parte gracias él y al gol que empujó en Misiones frente al puntero, el segundo con la roja y blanca. “¿Goles, yo?” recuerda que decía la vez que arribó a La Ciudadela. “Estaba muy lejos de eso y ahora por lo menos ya tengo más ja. Es sorpresivo esto”, dice, empezando a disfrutar su faceta amiga de las redes. “Más vale, ¿sabés que?, ahora voy a llegar todas las veces por atrás para que me quede un rebote para embocar”, promete “Flecha”, reviviendo lo que fue la jugada en casa de Guaraní. “No era muy difícil hacerlo, pero algunos lo erran ja ja. El More de antes capaz, pero ahora espero que se haga costumbre”, sueña.

Un deseo al menos ya se le cumplió, cuando pedía que el equipo ganara con un gol suyo. Y mejor todavía: llegó en el momento justo, para dar una mano a todos y al pueblo “sanmartiniano” golpeado. “La verdad que llegó en un momento muy difícil, cuando necesitábamos ganar. Sino, quedábamos lejos, y ahora estamos cuartos por diferencia de gol con el tercero”.

Más allá de la alegría de marcar, More sabe que está para otra cosa, que los goles pueden llegar o no, pero lo que no puede faltar en él es trabajo constante, y muchas corridas. “Ni faltarán las ganas de ganar, la predisposición, la pasión, el corazón”, dice. Sos incansable... “Y bueno, da esa impresión, ¿no? Yo a veces pienso que corro poco y me dicen que corro mucho, pero hay veces que no lo siento así”, cuenta. ¿O sea que todavía podes dar más? “Siempre, siempre. Yo quiero explotar al máximo mis capacidades”, dice con un espíritu 100% al servicio del equipo. Su faceta de volante con llegada le va ganando a la de lateral defensivo que también puede ser, y eso le encanta. “Es más lindo jugar en el medio. Me está gustando porque lo que quiero es correr por toda la cancha. Defender pero ayudar a atacar. Estar ahí, figureti, en todos lados ja ja”, reconoce sin dramas.

Lo que pasa es que al More trabajador full time lo tiene incorporado de siempre. Lo lleva de casa a la cancha y de la cancha a casa. “Cuando puedo doy una mano acá”, dice sobre la despensa de la familia que ayuda a atender día a día (aunque ya no como antes, en su época de pibe liguista). “Estoy atrás del mostrador, soy el despensero ja ja. En el barrio todos me conocen por eso más que por ser jugador”. ¿Sos el almacenero buena onda? “Claro, cómo no. Si los clientes me extrañan cuando no estoy acá ja”. Julio y Graciela se encargan del negocio cuando More trabaja en La Ciudadela. Y son los mismos que ayudan cuando los momentos no son los mejores. “Ellos (papá y mamá) siempre están. Por eso me gusta estar acá, aunque me tenga que ir todos los días a entrenar en la otra punta”, dice.

En un buen momento las malas quedan atrás, y More lo entiende. Él pasó del trago amargo que fue ser el blanco de muchas críticas cuando el equipo perdió el clásico amistoso contra su ex Atlético, a disfrutar su buen papel del domingo, por el torneo. “No se si marcar un gol sea lo que ayude a dejar eso atrás: creo que basta con andar bien y dejar todo en la cancha. Lo que pasó fue un mal entendido”, sepulta el tema César. Ya está.

En cambio ser el centro de atención por una buena causa (la de marcar el gol del triunfo, por ejemplo) está bueno. “Los chicos me cargaban en el viaje de vuelta desde Misiones. Siempre le tocan las bromas al que hace el gol, y bueno me tocaron a mi, y en buena hora”, cuenta con una sonrisa que no se le borrará en toda la semana. Ahora el equipo comenzará con aires renovados las prácticas, y él dirá presente con el plus de haber hecho las cosas bien en el debut de Sialle. Es que More no fue el gol y nada más. Por eso, aunque no lo diga ni se la crea, su confianza está intacta para seguir aportando entre metros y metros corridos lo que más sabe: transpirar la camiseta.

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