13 Febrero 2014
27 AÑOS DESPUÉS. A Alex Murphy, revivido con tecnología robótica, lo aguardan numerosas batallas.
El zapping suele tropezar en algún canal de cable con “RoboCop”. La película es de 1987 y está envejeciendo bastante bien, en especial si se captura la carga irónica que contiene y se comprueba que algunos tópicos -el de la encrucijada en la lucha contra el delito- son de absoluta actualidad. ¿Hacía falta esta remake? Quienes tuvieron la oportunidad de verla en las funciones de preestreno exhiben los pulgares arriba.
Los 100 millones de dólares de presupuesto salieron mayormente de Columbia (Sony, para ser precisos) y el proyecto significa el desembarco en Hollywood del brasileño José Padilha. Un aterrizaje en las ligas mayores, con una marca exitosa y un elenco de primera. Un detalle: en el 87, “RoboCop” marcó el debut en Estados Unidos del holandés Paul Verhoeven. Historias que se repiten.
El de “RoboCop” es estreno mundial. Se verá hoy en Tucumán al mismo tiempo que en Estados Unidos. Estamos en 2028. La inseguridad es el problema central y la firma OmniCorp cree encontrar la solución. Al policía Alex Murphy, acribillado en cumplimiento del deber, lo convierten -tecnología robótica mediante- en el agente perfecto. Una máquina al servicio de la ciudadanía.
La línea argumental es la misma del original. También la inevitable crisis de identidad de Murphy/cyborg, el modo en el que influyen sus recuerdos y sus emociones al momento de actuar. Cambia el enfoque, la carga de violencia explícita que a Verhoeven lo obligó a recortar varias escenas aquí se canaliza por el desarrollo tecnológico.
La convocatoria de Padilha se explica a partir de la exitosa -y controvertida- “Tropa de elite”, película en la que brindó una mirada absolutamente descarnada sobre el accionar de la policía en las favelas de Río de Janeiro. Violencia, acción y humanidad son componentes que “RoboCop” exuda y que Padilha sabe manejar.
El protagonista es Joel Kinnaman, actor secundario con amplia experiencia en el género al que le llegó la oportunidad de su vida. Además de encabezar la marquesina, Kinnaman interactúa con Michael Keaton -el número uno de OmniCorp- y, sobre todo, con Gary Oldman, el científico que lidera el proyecto. La señora Murphy es la irresistible Abbie Cornish (a quien pronto veremos en el thriller psicológico “Solace” junto a Anthony Hopkins).
Los 100 millones de dólares de presupuesto salieron mayormente de Columbia (Sony, para ser precisos) y el proyecto significa el desembarco en Hollywood del brasileño José Padilha. Un aterrizaje en las ligas mayores, con una marca exitosa y un elenco de primera. Un detalle: en el 87, “RoboCop” marcó el debut en Estados Unidos del holandés Paul Verhoeven. Historias que se repiten.
El de “RoboCop” es estreno mundial. Se verá hoy en Tucumán al mismo tiempo que en Estados Unidos. Estamos en 2028. La inseguridad es el problema central y la firma OmniCorp cree encontrar la solución. Al policía Alex Murphy, acribillado en cumplimiento del deber, lo convierten -tecnología robótica mediante- en el agente perfecto. Una máquina al servicio de la ciudadanía.
La línea argumental es la misma del original. También la inevitable crisis de identidad de Murphy/cyborg, el modo en el que influyen sus recuerdos y sus emociones al momento de actuar. Cambia el enfoque, la carga de violencia explícita que a Verhoeven lo obligó a recortar varias escenas aquí se canaliza por el desarrollo tecnológico.
La convocatoria de Padilha se explica a partir de la exitosa -y controvertida- “Tropa de elite”, película en la que brindó una mirada absolutamente descarnada sobre el accionar de la policía en las favelas de Río de Janeiro. Violencia, acción y humanidad son componentes que “RoboCop” exuda y que Padilha sabe manejar.
El protagonista es Joel Kinnaman, actor secundario con amplia experiencia en el género al que le llegó la oportunidad de su vida. Además de encabezar la marquesina, Kinnaman interactúa con Michael Keaton -el número uno de OmniCorp- y, sobre todo, con Gary Oldman, el científico que lidera el proyecto. La señora Murphy es la irresistible Abbie Cornish (a quien pronto veremos en el thriller psicológico “Solace” junto a Anthony Hopkins).
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