›› Cartas de lectores
01 Febrero 2014

De nuevo, el desastre

Otra vez nos destruyeron, ya se convirtió en cíclico que cada período de gobierno termine con una crisis económica. La descontrolada inflación genera más pobres y quebrantos a los pequeños comercios y empresas y en pocos días esta megadevaluación perjudicó a los que trabajamos y pagamos altos impuestos, quitándonos lo que logramos en años de trabajo con sacrificio, mientras los funcionarios de turno se enriquecen. Gracias a LA GACETA nos enteramos de lo que perciben los legisladores por gastos sociales -entre $ 150.000 y $ 500.000- sin rendir cuentas a espaldas del Pueblo. Esto es inmoral y corrupto, quisiera saber a cuántos hogares de ancianos, comedores infantiles, ONG, instituciones beneficas ayudaron. También supimos por el mismo diario del despilfarro de los dineros públicos como los gastos de las elecciones en bolsones, taxis, fiscales y otros; hicieron un cálculo de $ 20 millones en las PASO, y $ 30 millones en las generales. Todo lo que sucede es a consecuencia del elevado gasto público nacional y provincial (la provincia tiene 75.000 empleados) por eso están con problemas económicos, sin embargo los funcionarios se asignan astronómicos ingresos que a un empleado de promedio de $ 4.000 de sueldo le llevaría años de trabajo ganar. Recuerdo que cuando fue gobernador Ramón Ortega fijó un sueldo para el PE de $ 3.000 al cual ningún funcionario podía superar, esto le costó la enemistad y quita de colaboración de la Legislatura. ¿Ejercen la función para trabajar por el bienestar de la comunidad o el de ellos? En un informe difundido por la Universidad Católica Argentina en el país hay 10 millones de pobres a pesar del los planes y prebendas que da el Gobierno. Los que tienen el poder deben saber que los pobres sufren siempre hambre, calores, fríos, lluvias y condiciones pésimas de higiene y salud. Entre ellos hay niños y ancianos que están en el ocaso de la vida. Lo decía aquel cómico excelente, Tato Bores, en los años 70: se puede ir en cana por cualquier motivo, incluso sin ningún motivo, pero por corrupto jamás.

Francisco Sánchez

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El dólar azul

Hablé con el dólar azul y le pregunté: ¿Por qué a pesar de ser extranjero, se mantiene vigente y rebosante de salud? ¿Por qué no le pasan los años? ¿Por qué vuelve siempre pasando una década? Me contestó: mientras haya patriotas como en Argentina, siempre volveré. Haré millonarios a unos pocos e infelices a muchos, pero volveré con la conciencia tranquila de haber servido a los intereses de un pequeño, pero poderoso sector. Cuando nos tocó actuar, ayudando a países amigos, bajo cualquier denominación y ropaje (fondos buitre, capitales golondrina, dólares provenientes del narcotráfico, de la venta de armas, de la trata de personas y los blanqueados en los paraísos fiscales), eso sí, bajo la atenta mirada del gobierno y tesoro norteamericanos, reforzada por un paladín de la justicia como el juez Griesa y otros países amigos del imperio. Por las dudas esta ayuda pueda ser malinterpretada por los detractores de siempre, que hay en todas las naciones del globo y están al acecho para despotricarme y generar mala fama. Espero también que los líderes integrantes del Mercosur, Unasur y le Celac (Caribe) no se aviven y vuelvan a reflotar las ideas de Lula, Néstor y Chávez de crear un Banco Latinoamericano, para atender las necesidades económicas y financieras de la Región. Eso sí que me me haría tomar distancia de este continente latinoamericano que tantas satisfacciones me dio. Argentina, país generoso.

Luis Marcaida

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Raúl Colombres N° 102

San Miguel de Tucumán

¿Ficción o realidad?


Leyendo un informe económico-financiero decía que la Reserva Federal reiteraba que las tasas de interés se mantendrán cercanas a cero mientras el desempleo en EEUU esté por encima del 6,5 % y la inflación proyectada no supere el 2,5 % anual. Si comparamos con la inflación de nuestro país, parece que estuviéramos leyendo una novela de ciencia ficción; tanto es así que el dólar oficial que está a 8 pesos el 2/1 cotizaba a 6,55 (diferencia 22,44 % ). ¿Y así pretendemos tener un pais serio? Por favor, Chapulín Colorado vení a salvarnos.

Jorge Isas

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La estabilidad de la inestabilidad

Tremendo es constatar la veracidad del título en nuestra Argentina. Primero, la inestabilidad de los políticos que llevan adelante los poderes ejecutivos y la estabilidad de virar de un “nac. and pop”, hasta un “todos por el dinero gordo”. Resultado que los presidentes pasan a ser objeto de defenestraciones en vez de consultas. Después de todo, viven en este país al que sirvieron. Segundo, la estabilidad de los secretarios generales de trabajadores hasta su muerte, mientras jueces viven en equilibrio precario, ya que no son juzgados por su comportamiento, sino por su empatía con el gobierno de turno. Tercero, hablar de la moneda argentina cuando su estabilidad es sólo su depreciación cierta; y para terminar esta digresión, está la estabilidad de dos clases de argentinos: los que tienen poco o mucho y los que viven en emergencia diaria. Cuarto: hasta nuestra Constitución de 1853, tiene la estabilidad de su inestabilidad. Quinto: Existe estabilidad en las renovaciones de mandatos de los legisladores y otros estamentos parecidos, pero la inestabilidad se cuenta en palabras, no en concreciones y esto impide la estabilidad del progreso con planes, leyes, obras para hoy, mañana y el futuro.

Carmelo José Felice

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“Verlo al mundo cambiao”

“Pobre nací y pobre vivo/ por eso soy delicao/ Estoy con los de mi lao/ cinchando tuitos parejo/ pa hacer nuevo lo que es viejo/ y verlo al mundo cambiao” Así reza el canto n° 13 de “El Payador Perseguido”; versos que trasuntan la misma línea de Martín Fierro, tener un rumbo preferido, cantar estremecido las penas del paisaje, la explotación y el ultraje de sus hermanos queridos. El 31 de enero de 1908, en Campo de la Cruz, Pergamino, Buenos Aires, nace el más grande de los poetas populares: Héctor Roberto Chavero, más conocido como Atahualpa Yupanqui, cantor, guitarrista, poeta, compositor y recopilador; hombre que tanto ha contribuido a la propagación del folclore indoamericano. Desde la niñez su vida estuvo de viaje y traslados debido a que su padre, Demérito Chavero, era empleado ferroviario, criollazo de sangre quechua; la madre, Doña Higinia Carmen Haram, vasca de aquellos duros habitantes de Guipúzcoa. Tuvo su primer acercamiento a la guitarra, en 1916, junto al maestro Juan Bautista Almirón, cuyas enseñanzas habrían de marcarlo para siempre. En 1965 da a conocer dos importantes trabajos, el citado “Payador Perseguido”, primero en una grabación larga duración y después en versión impresa; en la primavera del mismo año “El Canto al Viento”, hoy lamentablemente agotado. ¿Qué es el canto al viento? Es la cultura verdaderamente nacional, auténtica del pueblo, escrito en prosa austera pero cálida, donde descubrí que en la década del veinte visitaba a su amigo y “cumpa” Exequiel Molina, hombre de Pampa Mayo, con quien andaba semanas enteras ranchando en nuestro Simoca de entonces. Es justamente aquí en Simoca que un grupo de amigos conformamos una peña que la llamamos “Tierra Querida”, en recordación a una de las mejores composiciones del notable artista lleno de argentinidad. También debo agregar que con justicia un pasaje de nuestra ciudad, por ordenanza, lleva el nombre de Atahualpa Yupanqui. En 1987 tuve la suerte de estar con él en la Municipalidad de Simoca donde recogió el cariño y reconocimiento de mucha gente, recibió una copia de un poema que le dedicara Chaco Ocaranza, el poeta de la Rinconada. En aquella oportunidad se llevó la tradicional distinción “Sulky de oro” que le entregara el entonces intendente Félix Mothe. Al respecto, el maestro socarronamente dijo: “espero que cuando vuelva me regalen el caballo”. No pudo ya volver, estando con su vieja guitarra en Nimes, en el sur de Francia, no logró dar el recital comprometido, ahí, en el hotel donde se hospedaba, en una noche de de llovizna otoñal se fue pa’l silencio… era un 23 de mayo de 1992.

Roberto Martín Aguirre

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Caballos en el centro

Allí están los esotoicos salvadores de la patria, los que enarbolaron nuestra bandera en Chile y en Perú, los que agotados morían al servicio de la Patria; allí están, en plena peatonal, los ojos desorbitados de ver pasar gente, gente, de mirar vidrieras, de estar en la misma posición horas y horas, las patas entumecidas, la mirada triste, afirmando su enorme cola en la pared de la Escuela Normal, produciendo infinidad de charcos de orina pestilente y montañas de bosta. ¿Qué es esto? ¿Forman parte de la Patrulla Motorizada de la Policia? ¿O qué? A su lado un policía, que calladamente aspira ese pegajoso perfume de bosta y orina que se adueña del paseo, desparramándose los vapores bajo el sol ardiente de este verano incandescente. Seguramente el trasnochado funcionario que ideó tamaña estrategia para custodiar los bienes y la vida de le gente, debe estar despanzurrado en su sillón de ejecutivo con la conciencia del “deber cumplido”. ¿Nunca vieron caminar, trotar o cabalgar a los caballos en el asfalto los que implementaron esta medida? El pobre animal apenas se sostiene en ese patinaje, cuando sus cascos no logran aferrar el cemento. ¿Acaso este potro, jamelgo, caballo al fin, no se ganó sobradamente el derecho a pastar en un prado verde, en paz, por su participación en la historia de la Patria?

Antonio Salazar [email protected]

n la “epidemia” de motos

En total acuerdo con el lector Gabriel Molina (carta del 27/1), pienso que lo que debe discutirse no es cuánto tiene que ser la multa por transgredir normas que buscan el bienestar general (carta del 26/1, del lector José María Gallo),en el caso de las motos, el buen uso de la vía pública, sino qué debemos hacer como sociedad para atacar lo que ocasiona la penalización, y que es, justamente, la transgresión en sí. Vivimos en Tucumán una “epidemia” de estos vehículos que, conducidos con total irresponsibilidad y desaprensión por la vida (la propia y la ajena), eluden semáforos, zigzagueando entre automóviles, portando tres y hasta cuatro pasajeros sin casco, cuando lo legalmente permitido es dos, contaminando con los ruidos y gases de los escapes libres, y podría seguir enumerando los tantos males causados por estos peligrosos conductores al volante de este medio de movilidad tan de moda... tan popular. También creo que la cantidad en permanente aumento de motos hace que el número de personal estatal de inspección o supervisión que las controle, resulte siempre insuficiente. Es una pena afirmarlo, pero es nuestra triste realidad: sólo reaccionamos cuando nos tocan el bolsillo, “órgano” más sensible del argentino, en cuya idiosincracia está siempre la falta de respeto por la ley, que no es otra cosa que la falta de respeto por el otro, nuestro prójimo. Como se dice vulgarmente: No hay que llorar sobre la leche derramada... hay que cuidarla para que no derrame.

María Estela López Chehín

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Línea de ómnibus

Vivo en Yerba Buena y mi medio de transporte es el colectivo de la línea 100. En numerosas oportunidades esperé hasta 1 hora la llegada del ómnibus. He perdido turnos con el médico, con personas con las que me comprometí reunirme a cierta hora; la lluvia me ha mojado, el sol me abrasó, etcétera. Las unidades están sucias, no hay indicadores de paradas -o sea que uno tiene que adivinar-; pagamos el colectivo más caro de la Argentina... ¿no merecemos un mejor servicio? Si la empresa no está en condiciones de funcionar, que haga un paso al costado. ¿No hay un ente regulador que controle la frecuencia de los ómnibus y la higiene? Me han dado numerosas respuestas a mis preguntas: se ha roto un móvil; están trabajando en horarios discontinuos; o circulan con los horarios de fin de semana o feriados. En fin, es lo que hay y nadie hace nada.

Nilda Olivera

Los Ceibos 444

Yerba Buena-Tucumán

Jubilados y paritarias

“Los jubilados y pensionados provinciales y municipales tucumanos transferidos a la Nación, exigimos estar presentes y participar en las tratativas entre el Gobierno y los representantes de los trabajadores por el urgente e imprescindible incremento de los sueldos. La exigencia es porque, lamentablemente, los delegados gremiales acuerdan por dineros no remunerativos (sueldos en negro), que nos perjudican por el incumplimiento al aporte previsional. Este, por no llegar a la Anses, no es tenido en cuenta en la liquidación de nuestros sueldos y para el colmo de males, el gobernador de Tucumán no cumple con la sentencia del año 1996 que declara cosa juzgada la porcentualidad y movilidad automática de nuestros haberes. Esa sentencia lo condena a pagarnos toda suma de dinero, llámese como se llame, que no nos pague la Anses. Ocurre que el gobernador está condenado judicialmente a movilizar nuestros sueldos con el inmediato aumento -al mes siguiente- de pagarles al activo con la porcentualidad con la que estamos jubilados, pero desgraciadamente, cuando se le da la gana, “nos tira” unos pesos con el título “a cuenta de aumentos” que siempre es una suma inferior a la que por ley nos corresponde. Haciendo esa trampa nos perjudica económicamente en una maniobra rayana al dolo, haciéndose el olvidado de los meses retroactivos. A la fecha estimamos que el Gobierno de la provincia de Tucumán nos debe un poco más de 600 millones de pesos.

Ángel Ricardo Salguero

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Barrio sin agua

Tenemos un problema en todo el barrio San Ramón: desde hace años nos privan del agua. Sale de noche, y en ese momento se llenan los tanques. En el tiempo de verano es terrible, sale muy poco y no alcanzan a llenarse las cisternas. Aún así, la SAT nos cobra la boleta y pagamos un pésimo servicio. Hace una semana estamos sin agua, no tenemos para cocinar ni tomar. Nos dicen de la SAT que se rompió un caño. No lo arreglan y nos privan de un bien mayor como el agua. No sabemos qué hacer, ya intentamos todo... Intentamos poner una denuncia en la Secretaría de Derechos Humanos, pero hasta que se tome la medida, ¿qué hacemos? En este barrio hay recursos escasos, sólo las familias con vehículo y algo de plata pueden conseguir agua, pero ¿y los demás? ¿Qué hay que hacer para que te escuchen, sólo la violencia? ¿Acaso no tuvimos suficiente ya? ¿Podría denunciar a la SAT por privarnos del agua y por incitar la violencia? ¡Tiene que haber otra manera, por favor!

Cecilia González

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El robo de la copa

Lo de la copa LA GACETA se ha convertido en una novela con muchos personajes: el “mocho de remera naranja”, la “potestad de la policía”, un “individuo” que actuó de motu proprio y el “sujeto” que prometió devolverla. En el penúltimo capítulo de la “tira”, según Alberto Migré, mueren los “malos” (que no figuraban entre los actores), a través de “una investigación administrativa... a los empleados”. Al final, el teleteatro se resolverá con una réplica “igual” y “pagada”. Lamentablemente, los objetos (el trofeo), como las personas, nunca son iguales, porque tienen un valor que no pasa por su materialidad. La “solución” buscada no es justa: se la “perdió” (en este caso, un robo) por acción u omisión. ¿Para qué responsabilizar a otros, cuando no se tomaron los recaudos pertinentes? Habrá justicia para todos, cuando el libretista se “haga cargo” por el trofeo sustraído.

Pedro Pablo Verasaluse

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