Calviño: la pinta es lo de menos

Calviño: la pinta es lo de menos

El arquero ocupará el lugar que dejó Lucchetti justo frente a Banfield, el equipo más goleador del campeonato.

EN ACCIÓN. Calviño saca la pelota con los puños durante el entrenamiento del lunes, en el complejo. EN ACCIÓN. Calviño saca la pelota con los puños durante el entrenamiento del lunes, en el complejo.
30 Octubre 2013
"Los tiempos han cambiado", dice Lucas Calviño. ¿Cómo discutirle esa frase al arquero de Atlético cuando hasta hace pocos meses atajaba para Defensores de Belgrano en la B Metropolitana y hoy tendrá la chance de jugar frente al principal candidato al ascenso a Primera? Imposible. Con el tiempo, además de sus posibilidades futbolísticas, lo que también cambió fue su mentalidad.

Cuando Calviño acordó su incorporación a Atlético, el invierno pasado, las primeras referencias que nos entregaba la típica búsqueda en Google eran las siguientes: una actuación consagratoria ante Independiente Rivadavia en marzo del año pasado jugando para Huracán, su ficha personal en Wikipedia y una producción de fotos para la revista Luz, del diario "Perfil", en febrero de 2012.

"Se dio de casualidad: me la propusieron como una nota divertida de color y me pareció interesante. Igual, estoy lejos del modelaje", admite el arquero que reemplazará a Cristian Lucchetti. En aquella sesión se confesó como un jugador preocupado por su imagen, como lo son la mayoría de los futbolistas de este siglo, a diferencia de lo que pasaba antes. "Más allá de jugadores de fútbol, somos personas y cualquier persona que sienta aprecio por sí misma va a intentar cuidarse", agrega Lucas, quién está en pareja con Valeria Domínguez y en diciembre recibirán a su primer hijo.

"Todo evoluciona", repite Calviño y vaya que tiene razón. Nada mejor para reafirmarlo que la nueva apuesta de Boca a nivel indumentaria: una camiseta color rosa. "En mi época no te podías poner una camiseta rosa. Los hinchas nos hubieran matado si entrábamos a la cancha así", expresó Alfio Basile cuando el "xeneize" sacó a la venta la polémica camiseta, poniendo en contrapunto dos generaciones totalmente opuestas.

"En la época del 'Coco', el 'Bambino' (Héctor) Veira o Miguel Brindisi, por ejemplo, había otro tipo de cuidados. Se usaba el pelo largo o las patillas. Ahora aparecen otras cosas que antes no se veían y por eso llaman la atención", razona el 1.

Entonces, la presencia de Calviño y sus habilidades bajo los tres palos deberán ahuyentar al equipo más goleador del campeonato y con tres delanteros que asustan: Andrés Chávez, Santiago Salcedo y Ricardo Noir. Justo en una semana que sintió dolores abdominales y el médico diagnóstico como una pequeña contractura. "Tuve que sobreponerme rápidamente y apurar todo para poder estar", confiesa el número uno.

"Jugar este partido es un desafío muy grande, muy lindo", admite Calviño, que pasó por las divisiones inferiores de Lanús y de Quilmes (nació en Avellaneda), luego estuvo en Almagro y posteriormente fue a parar a Huracán, donde estuvo casi cuatro años.

Los tiempos han cambiado, tal como dice Calviño. Para él, para los futbolistas y hasta para "Coco" Basile, que no se pondría una camiseta rosa pero tiene el tratamiento capilar a la orden del día. Para Atlético también pueden cambiar: hoy es un mero aspirante al ascenso pero de ganarle al líder, podría probarse la ropa de candidato.

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