El esfuerzo por sacar adelante a la niña choca con la burocracia

Está claro que el amor es más fuerte, y, por supuesto, nadie en la familia está dispuesto a bajar los brazos, pero hay veces que su esfuerzo por sacar a Gricelda adelante choca contra barreras administrativas.

"La operación de la cadera ya podrían haberla hecho hace tiempo, pero se complica con la obra social y la burocracia. A pesar de que Gricelda tiene su carnet de discapacidad, hemos tenido que pagar coseguros en muchas oportunidades, y ahora nos 'pelotean' entre el Subsidio de Salud y el centro donde deben realizarle los estudios que necesitan los cirujanos", se lamenta Rubén Vega.

Sabe que deberán afrontar gastos muy altos cuando operen a "Gri", y la espera les causa desaliento. "Ella podría haber avanzado mucho más en la rehabilitación. Estamos perdiendo un tiempo precioso", señala.

Malos tratos
"También he tenido problemas para que me den las licencias que corresponden por ley para atender a mi hija cuando ella necesita cuidados, además del maltrato y la discriminación por su nacionalidad que debimos soportar para conseguir el pase de transporte. Por eso celebramos tanto la noticia de que presentar el carnet basta para viajar en colectivo", añade.

Pero en ese momento Gricelda lo reclama, y Rubén recupera la sonrisa en el acto. "No hay caso -dice su esposa, Dolores, con los ojos también iluminados y el corazón enorme-. La malcriamos todos, es más fuerte que nosotros, pero ella es decididamente 'la nena de papá'".