Estaba fuera de sí. Entró al mismo local donde había robado el sábado y amenazó a todos con matarlos si no le devolvían sus ojotas. Los empleados del
drugstore "SP", que funciona en Córdoba al 400, se quedaron atónitos cuando lo vieron llegar. Se trataba -una vez más- de "Gato Gordo", como lo bautizaron en la seccional 1ª, donde estuvo varias veces aprehendido.
La extraña irrupción del delincuente, que tiene 21 años, se dio el lunes a la tarde. En ese momento,
Martín Pilliteri (propietario del local) se encontraba en tribunales con la intención de averiguar por qué habían liberado al individuo que venía robándoles desde principios de año. "En la fiscalía II° (a cargo de
Carlos Albaca) me explicaron que solicitaron la detención de este hombre, pero que la jueza de Instrucción
Mirta Lenis de Vera resolvió rechazar ese pedido", afirmó el comerciante.
Como consecuencia de esa resolución judicial -agregó Pilliteri- "Gato Gordo" no pasó más de cuatro horas aprehendido y hasta ayer continuaba rondando el
drugstore, pese a que un patrullero de la seccional 1ª se había instalado frente al comercio a modo de prevención.
La causa está caratulada como tentativa de hurto y amenaza de muerte. "Quiero decirle a la jueza que ella será la responsable si pasa algo más grave. Necesito que alguien nos proteja a mí y a mis empleados, que son todos jóvenes", reclamó el propietario del negocio.
Las cocheras, su guarida
Pilliteri sorprendió al individuo
llevándose dos fardos de gaseosa y una caja de fernet de su local, el sábado al mediodía. Con la colaboración del portero del edificio donde funciona el
drugstore persiguieron al ladrón, que pretendía huir por la cochera. En ese momento, uno de los empleados del negocio alertó a una agente que patrullaba la cuadra. La mujer policía aprehendió a "Gato Gordo" dentro del edificio.
Más tarde, las autoridades de la seccional 1ª contaron que el individuo había estado aprehendido por otros robos hasta hacía una semana. Además, recordaron que hace un mes y medio ya lo habían detenido por robar en un hotel ubicado en Las Heras primera cuadra. "Este muchacho es un indigente. Está todo el tiempo en la calle y cuando roba usa bolsas de consorcio que carga con comida y bebidas", había explicado a LA GACETA el comisario
Ricardo Fresneda.
Según detalló el jefe de la comisaría, el
modus operandi de "Gato Gordo" se basa en escabullirse en las cocheras de los edificios, cuyas puertas tardan entre 30 y 40 segundos en cerrarse cada vez que entra o sale un vehículo.