"Gato Gordo" pudo perpetrar un robo en apenas 30 segundos

Hacia seis meses que a Martín Pilliteri no le cerraban los números del inventario de su negocio. Siempre le faltaba algo. Comida, bebidas o cualquier producto que ponía a la venta se le esfumaba sin dejar rastro. Las sospechas caían sobre todos y la intriga alimentaba la bronca. Pero ayer, inesperadamente, se develó el misterio.

Habían pasado unos 25 minutos de las 13. Pilliteri bajó al estacionamiento del edificio -ubicado en calle Córdoba al 400- en el que funciona el drugstore "SP" del que es propietario. En esa cochera hay una habitación que funciona como depósito. Guardó la mercancía que había comprado y estacionó la camioneta en la que la había traído. "Estaba caminando para entrar por la puerta trasera del negocio que da hacia el estacionamiento, cuando vi pasar a una persona cargando dos fardos de gaseosa y una caja de fernet. Llamé al portero y lo comenzamos a perseguir por el edificio", precisó.

En ese momento, uno de los empleados del negocio -que funciona en la planta baja del edificio- alertó a una agente que estaba patrullando en esa cuadra sobre de lo que estaba ocurriendo. La uniformada dio aviso a la central y entró al edificio para aprehender al sospechoso.

"Se nota que este ladrón conoce muy bien el edificio. Cuando lo perseguimos con el portero, primero quiso escapar por el primer piso y después intentó salir por la otra puerta que tiene la cochera", continuó Pilliteri. Pero esta vez el joven de 21 años

no consiguió utilizar el ardid que tantas veces lo ayudó a escapar cuando lo estaban persiguiendo y terminó -una vez más- apresado en la Seccional 1ª. Así, los misteriosos robos en el drugstore "SP" que habían provocado fuertes discusiones entre el encargado del edificio y Pilliteri llegaron a su fin. O, al menos por el momento, no se repetirán estos robos.

El terror de las cocheras
El ladrón es conocido entre los agentes de la Seccional 1ª (hasta hace seis días estuvo detenido), que lo terminaron apodando "Gato Gordo". Hace un mes y medio, según explicó el comisario Ricardo Fresneda, a cargo de la comisaría, lo habían aprehendido por robar en un hotel ubicado en Las Heras primera cuadra. "Este muchacho es un indigente. Esta todo el tiempo en la calle y cuando roba usa bolsas de consorcio que carga con comida y bebidas", explicó.

A su vez, detalló el modus operandi que usa. "Las puertas de las cocheras demoran entre 30 y 40 segundos en cerrarse después que entra o sale un vehículo. Ese es el tiempo que este sujeto utiliza para filtrarse dentro de los edificios", agregó.

En el robo que perpetró en el hotel, "Gato Gordo" se metió a la despensa y robó quesos y otros alimentos. Cuando los empleados los sorprendieron corrió hacia la puerta del estacionamiento y -ante la sorpresa de sus perseguidores- abrió la puerta eléctrica con solo un gesto de su mano. "Estos portones tienen por dentro un dispositivo que permite que se los pueda abrir manualmente. Así fue como se escapó", explicó.

Fresneda también contó que media hora después de ese robo, lo detuvieron en un edificio de 25 de Mayo al 300. "Se metió por una cochera, subió hasta el primer piso y estaba por robar un televisor. Pero lo atrapamos antes de que escape", concluyó.

En esa ocasión, "Gato Gordo" quedó detenido por más de tres semanas y cumplió con las penas tipificadas por hurto. Y como el robo por el que lo aprehendieron ayer tiene características similares, es de esperarse que, en poco tiempo, vuelva a quedar libre.